
El flautista Carlos Cano y el pianista Hernán Milla encandilan con su último trabajo discográfico: una segunda entrega de repertorio español del siglo XX.
El nuevo disco grabado por este dúo ha obtenido el máximo galardón en los Global Music Awards (USA) en las categorías de «Música clásica» y «Dúo».
La guinda de este disco es la danza de La Vida Breve, de Manuel de Falla, en la que se aprecia la energía y ritmo de esta danza tan conocida y querida. Se nota la excelente compenetración de este dúo que ya lleva muchos años de camino juntos, especialmente en su gran despliegue de energía simbiótica y en los pasajes de virtuosismo paralelos donde parecen verdaderamente un solo músico. Este arreglo tan logrado es labor de los propios intérpretes.
En la Sonatina, de Gurbindo nos llevamos una grata sorpresa con el Negro Spiritual del segundo movimiento, coloreado por el sonido rico y generoso de la flauta en los graves y la libertad y amplitud de expresión de los interpretes. El estilo jazz está bien realizado, y en el Scherzo del tercer movimiento el carácter es juguetón y brillante, especialmente en la parte del piano.
La obra de Moreno-Buendía luce el típico sabor español de este compositor tan amante de la zarzuela, tanto como compositor como director del propio Teatro de la Zarzuela. Por lo tanto, resulta música atractiva para escuchar. Los títulos de las piezas indican su carácter de música algo ligera.
En el Cantarcillo apreciamos la sensibilidad del pianista, mientras la articulación de la flauta resulta siempre clara. La Danzina es rítmica y bailable, con algunos pasajes complicados para la flauta.
Si Falla fue la guinda de este álbum, María de Pablos será la torta, con una obra deliciosa interpretada en un arreglo muy gustoso para la flauta que explota toda su extensión. Se aprecia una gran sensibilidad en la interpretación del pianista apoyando la voz cantabile y lírica de la flauta, contrastando con dinámicos pasajes de pasión. Disfrutamos de algunos pasajes con ritmos muy españoles y una cadencia bien ejecutada por el flautista. La línea de la flauta ha sido adaptada por Carlos Cano a partir de las voces originales para el violín y el chelo.
En la Española, disfrutamos de una pieza agradable de Rosa Garcia Ascot interpretada con gusto y claridad por Hernán Milla – una oportunidad para escuchar a este excelente pianista a solo.
La Chanson gitane de Manuel Infante es otra obra con un aire muy español, con pasajes complicados que piden un gran virtuosismo. Sería comparable con las obras para violín de Sarasate.
Hacia el final del álbum nos encontramos con la curiosa Dolcaineros que combina frases típicas de dulzaina con música más típica del siglo 20.
Rematan la fiesta con la Muñeira del diablo, un juego virtuosístico sobre este baile popular.
En la Serenata a Lydia, de Cadaqués, los intérpretes consiguen transmitir con gran éxito el carácter misterioso e inquietante de este personaje, dibujando a través de la música, momentos de turbulencia y obsesión y otros de gritos y euforia.
Un gran trabajo de Carlos Cano y Hernán Milla que complementa la primera entrega de este proyecto, “20th Century Music Spanish Music for flute and piano, Volume 1.”
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