Eso lo saben muy bien Manuel López Poy y Pau Marfà, autores de Soul: la novela gráfica y creadores de la también estupenda Blues: la novela gráfica, en 2022. Dos referencias altamente recomendables para conocer de primera mano el orígen y evolución de sendos géneros sin los cuales la música de hoy día sería, sin duda, muy diferente. La tarea, como en el caso del volumen dedicado al blues, es hercúlea: condensar en un puñado de páginas lo que a menudo se ha recogido en gruesos estudios, abarcando un período de tiempo de varias décadas de intenso movimiento creativo. Poy y Marfá se aplican a ello con el rigor y la precisión propios de quienes derrochan aprecio por lo que describen.
Conscientes de la extraordinaria importancia del contexto social en el que la música surge y se hace mayor (algo particularmente relevante en el caso de la tradición afroamericana, que se abrió paso entre circunstancias tan tremendas como la esclavitud, la segregación racial y la lucha colectiva por los derechos humanos), los autores no dudan en dedicarle un espacio significativo que sirve a la perfección para iluminar las claves que están detras de la evolución de un género como el soul, que no ha parado de crecer y mutarse desde su aparición allá a mediados de los 50. El arte no nace en despachos o laboratorios de experimentación: es hijo de las calles, de las inquietudes y experiencias de la gente, y ese vínculo activo con la realidad es lo que lo mantiene vivo.
Desde el punto de vista historiográfico, el libro recorre todo el período de evolución del soul hasta el presente, apuntando direcciones estilísticas, momentos significativos en el tiempo y un buen ramillete de figuras icónicas retratadas de forma certera y sin irse por las ramas. Los textos de Poy se complementan a la perfección con las formidables ilustraciones de Marfà, creando una dinámica de lectura francamente estimulante. No falta nadie: desde el quejío originario de Ray Charles a la sofisticación de Alicia Keys o Erykah Badu, pasando por toda una pléyade de maravillosos artistas que, de la mano de sellos discográficos como Stax, Atlantic, Chess o Motown, crearon un legado artístico incomparable: Otis Redding, James Brown, Stevie Wonder, Marvin Gaye, Prince, Michael Jackson… y, por supuesto, la inolvidable Aretha Franklin, que con gran acierto regresa para poner el perfecto punto final, en merecido y emocionante homenaje, a la trayectoria del libro.
Pero, desde luego, hay mucho más en este bonito y apasionante libro que merece la pena ser descubierto. Suele pensarse que este tipo de obras gráficas resultan particularmente interesantes para lectores poco exigentes a los cuales un grueso volúmen enciclopédico les asusta o para jóvenes reticentes a la maravillosa experiencia de leer. Dejando a un lado lo discutible de tal argumento, en mi opinión Soul: la novela gráfica, así como su precedente, son obras hechas con el suficiente amor por la música y conocimiento del terreno como para resultar de lectura altamente recomendable para todo tipo de lectores, desde el más lego al más entendido: los primeros aprenderán mucho y bien, los otros disfrutarán de una visión diferente e interesante de la historia de una música maravillosa, llena de hondura y que perdurará para siempre con la energía incombustible de lo verdadero.
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