Catolicismo, anglicanismo, sincretismo africano, creencias y ritos indígenas, lo metes todo en una coctelera (o melting pot) y el resultado es una de las comunidades más vivas de todo el continente americano. Cada uno con su propia lengua y dialectos, mil lenguas, Bulbancha.
La influencia francesa y española en el jazz y el blues es muy importante. También la anglo a través del folklore y el country. El zydeco, más propio de los descendientes de los francófonos perdura en el idioma y la música, que adopta el acordeón como instrumento principal. Los baterías a veces usan el redoble constante sobre la caja y lo llaman «estilo nueva orleans».
El pasado hispanofrancés es muy notorio en toda la ciudad, french quartet, pero también el afroamericano, Congo Square. Las manifestaciones culturales: marching bands, secondline, brass bands, Mardi Grass …conocidas en todo el planeta, como el jazz, que se empezó a desarrollar allí en los lugares de diversión, al principio como rag time para piano – Jelly Roll Morton– y después con luminarias como King Oliver y Louis Armstrong.
Pero no solo el jazz alimenta a sus habitantes: el aludido zydeco, rock and roll, blues, marchas…músicos como Allen Toussaint, James Booker, Cole Williams, Leyla McCalla son exponentes de estos estilos de la ciudad y del bayou – zona pantanosa- que la rodea.
Además, la historia de la ciudad es épica: pobreza, disturbios, lucha por los derechos civiles, asesinatos policiales…y de remate el huracán Katrina y la desidia de una administración- la de Bush hijo- que dejó a su suerte a la población más pobre y que no pudo abandonar la ciudad en 2005.
¿Frente a eso qué hacer? Solidaridad, colaboración, militancia, cooperación…altura moral frente a la bajeza wasp imperante en ese país.
Todo esto describe en catorce capítulos Jacobo Rivero, habitante de la república democrática de Lavapiés, periodista y escritor – El País, El Salto, Más Jazz Magazine- y que entre 2015 y 2019 trabajó para el ayuntamiento de Madrid en la emisora M21. Activista político, cultural y musical promovió el primer Internacional Jazz Day en España. Cine y documental ocupan su agenda también, así como las políticas deportivas. Excelente amigo.
El libro es un magnífico, rítmico y swingueante ejercicio de sociología cultural, que es donde voy a encajarle en mi estantería.
Compraré otro ejemplar para los estantes musicales, seguro…
Altamente recomendable y de muy agradable lectura.
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