Doce Notas

Homenaje al blues y a sus protagonistas

libros  Homenaje al blues y a sus protagonistasPronto cumpliríamos años y Madrid estaba cerca, aparecieron músicos americanos e ingleses que nos acercaron esta gran música en su idioma original. Muchos músicos españoles ya cantaban rock y blues en inglés – no entramos en niveles- lo que daba mayor autenticidad a los textos de las canciones.

No cabe duda que gran parte de la música popular del siglo XX, en occidente, arranca de este tronco musical común afroamericano, del Norte y del Caribe. Hollers, work songs, gospel, minstrel shows…y por fin el BLUES, música triste y cuya tristeza proviene del fondo, los temas (esclavismo, falta de derechos, violencia, racismo) y la forma (la escala pentatónica africana que hacía que cuerdas vocales y las del banjo, violín y guitarra) tuvieran que combarse (bending) para alcanzar apenas la entonación blanca, la escala heptatónica europea.

Estamos a finales del siglo XIX cuando, incluso siendo libertos, los afroamericanos vivían en penosas condiciones laborales y de habitabilidad en las plantaciones del Delta del Mississipi y áreas agrícolas cercanas, unas cuantas ciudades desde Memphis a Nueva Orleans (única ciudad que ya bajo el dominio hispano permitió sus reuniones y uso de la percusión en Congo Square)-. Si unimos esto a sus religiones africanas (roots), la influencia francesa e hispana en la música y las creencias religiosas católicas tenemos el mejor caldo de cultivo para crear una “cultura” muy diferenciada a la de los anglos y sus herederos yankees. Los sureños seguían con su mentalidad esclavista…bueno, siguen en gran medida.

Lo que sigue a estos comienzos es la creación de una forma musical sobre la que se construyen: jazz, swing, rock and roll, rythm and blues, soul, rock, funk, pop, rap con sus mezclas y fusiones. O sea, la base de la gran industria musical ya planetaria, con sus protagonistas en primera línea, hombres y mujeres que a veces dejaban su vida en los escenarios, los burdeles, los garitos de carretera (barrell houses, honky tonk joints) cruces de caminos, enfrentamientos y peleas…o castigos policiales.

Algunos consiguieron ganarse de muy mayores la vida después de emigrar del sur rural al norte industrial y actuar en clubes nocturnos, ser grabados por buscadores de talentos (Alan Lomax) y discográficas de los llamados “race records”. Seguirían giras por Europa ya en los cincuenta y sesenta y por las universidades USA para los jóvenes blancos.

A todos ellos rinde homenaje esta magnífica publicación ilustrada: Papa Charlie Jackson, Ma Rainey, Charlie Patton, Tommy Johnson, W.C. Handy, Harlem Hell Fighters, Bessie Smith, Rev. Gary Davis, Son House, Robert Johnson, Leadbelly, Skip James, Sonny Boy Willamson II, Big Bill Broonzy – que ya actuó en Barcelona en 1958– , Sister Rosetta Tharpe, Elmore James, Muddy Waters, Willie Dixon, Memphis Slim, Howing Wolf, T-Bone Walker, Sonny Terry & Brownie McGee, Albert King, B B King, Buddy Guy, Koko Taylor, J B Lenoir, John Lee Hooker…entre los más conocidos, porque son legión.

En los sesenta los jóvenes blancos de uno y otro lado del Atlántico enloquecieron con ellos: USA, Gran Bretaña, Francia, Alemania, Holanda, Irlanda, Argentina, España incubaron sus propias formaciones de blues, en las que destacan los británicos e irlandeses- Mayall, Clapton, Cream, Rory Gallagher, Peter Green y el recientemente fallecido Jeff Beck. En USA verían nacer a Jimmy Hendrix, Paul Butterfield, Mike Bloomfield, Johnny Winters, Steve Ray Vaughan, Frank Zappa, del que decían que tenía la mayor colección posible de discos de blues, Taj Mahal, Bonnie Rait, Janis Joplin..

De mi cosecha insto a los lectores a que escuchen a Smash, Simun, Lone Star…y especialmente Blues en Fa, de Máquina! Del disco Why?. Caló hondo este estilo, quizá por su “jondura” que le acercaba a nuestro flamenco.

Hay muchas mujeres en el blues, puede ser porque blues y sincretismo religioso crecieron juntos en el sur de EEUU y el Caribe y hay muchas sacerdotisas en esta mezcla de roots africanas y cristianismo católico. Las cantantes de blues, negras o blancas, son auténticas “oficiantes” de ceremonias muy íntimas.

Acompaña el libro, mediante un código QR, una selección de temas de blues hecha por el autor, treinta y siete temas fundamentales de algunos de los reseñados arriba.

Información útil, sintética y al punto, muy buen trabajo de ilustración en blanco y negro.

Muy recomendable publicación para quien quiera introducirse un poco más en esta expresión musical tan fundamental. Se encuentra fácilmente en las librerías, está muy bien distribuida.

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