Doce Notas

Queda mucho por descubrir

opinion  Queda mucho por descubrir

Fotografías Miguel Lorenzo y Mikel Ponce

Aquí, con dirección de escena de Katie Mitchell, el ambiente bucólico con molino incluido quedó sustituido por unas oficinas y un baño que en su conjunto trasladaron la acción a tiempos más recientes. No iba a ser esta puesta en escena una de aquellas en las que la directora británica “provoca fuertes reacciones”, tal como afirma The Guardian, pero sí una que, pese al clima sobrio y hasta frío de unos despachos, situó a los personajes en un espacio bien planteado y apto para que se desarrollase la trama con naturalidad. ¿Por qué no pensar en las oficinas de una empresa familiar o en una autocaravana o el salón de una casa para los tres actos de esta ópera?  

Jenůfa exige un canto en prosa y eminentemente silábico, casi como si se tratara del Sprechgesang de Schönberg. Sus escenas musicales se suceden sin solución de continuidad, compuestas en estructuras cerradas y partes más libres, pero siempre, al igual que la escena, construidas simétricamente y articuladas con pequeños motivos melódicos de pocas notas que bien podrían quedar reducidos a un simple trino.

En los papeles principales destacaron una muy acertada Petra Lang (Kostelnička) y Corinne Winters. Celebrada como una de las cantantes más exitosas de 2022, la soprano norteamericana plasmó una Jenůfa correcta pero no deslumbrante, retratando con credibilidad las amargas heridas de la pobre campesina con voz estable y segura. El dúo masculino formado por Brandon Jovanovich (Laca) y Norman Reinhardt (Steva) supo responder con acierto, pero sin elevar sus voces a cotas muy altas. La mezzosoprano rusa Elena Zaremba dibujó el personaje de la abuela con convicción y voz timbrada.

El director de orquesta valenciano Gustavo Gimeno sacó lo mejor de la OCV con sus indicaciones claras y precisas, pero especialmente en el primer acto dejó de lado el equilibrio entre voces y orquesta, imponiéndose esta última en decibelios. Un cambio de butaca tras el descanso, buscando una mayor distancia con respecto al foso, produjo un efecto positivo en cuanto al equilibrio sonoro.

Con todo, hay que elogiar esta producción de Jenůfa ante un público no excesivamente numeroso, pero tanto más apasionado y voluntarioso a la hora de despedir a los protagonistas de la velada. El hecho de por sí de poder vivir esta ópera en vivo habla muy a favor de la política de Les Arts de dar cabida a obras y producciones que no forman parte del repertorio operístico trillado. Queda mucho por descubrir…

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