Doce Notas

Cecilia Bartoli vuelve al Liceu con un repertorio centrado en Farinelli

lirica  Cecilia Bartoli vuelve al Liceu con un repertorio centrado en Farinelli

©Kristian Schuller/Decca

El regreso de Cecilia Bartoli en el Gran Teatre del Liceu es uno de los eventos más relevantes de la temporada. La mezzosoprano italiana debutó la temporada 1990/91 en el rol de Rosina, de Il barbiere di Siviglia -el papel rossiniano que le abrió las puertas de los grandes teatros del mundo-, y la temporada 1993/94 ofreció un recital en el junto al pianista György Fischer. Su anhelado regreso, después de casi tres décadas de ausencia, añade aún más emoción a un concierto en el que, acompañada por Les Musiciens du Prince, el director Gianluca Capuano y el bailarín Nicolas Payan, mostrará la belleza de su instrumento frente a un programa de música barroca centrado en la figura de Carlo Broschi, el llamado Farinelli, el castrado más legendario de la historia.

Carlo Broschi, más conocido como Farinelli (1705-1782), fue un aclamado intérprete, como lo demuestra la abundancia de testigos y homenajes que nos han llegado a nuestros tiempos. Un accidente a caballo habría justificado la castración y sus estudios de perfeccionamiento con Porpora. Nacía un personaje arquetípico, Il castrato, sobre el que cristalizan todo tipo de fantasías artísticas. Tras sus logros internacionales (Múnich y Londres), se crea la leyenda en la corte de Felipe V de España: el rey sentía una auténtica pasión por la voz de Farinelli. Sólo el cantante podía apaciguar su melancolía enfermiza. Los cronistas explican que, cada noche (y durante nueve años), Farinelli debía cantar las mismas cinco arias de Hasse, Ariosti y Giacomelli, y que con el tiempo se convirtió en un consejero importante del propio monarca.

Esta fascinante historia es el punto de partida para la investigación del programa que presenta Cecilia Bartoli en el escenario del Liceu. Este trabajo se combinará con arias de ópera y oratorios de Georg Friedrich Händel juntamente con otros compositores. Las piezas de Händel se caracterizan por ser de una belleza formal extraordinaria (tal y como gustaba al público inglés de principios de siglo XVIII) y por tener una forma musical cerrada que va de principio a fin, dicho el aria da capo. El primero de sus grandes éxitos en este estilo fue con el estreno en 1711 de Rinaldo, la sinfonía con la que Bartoli abre la velada. Va seguida por una de las composiciones del maestro de FarinelliNicola Porpora. Entre las óperas que creó expresamente por el lucimiento de Farinelli destaca Polifemo, cuya aria Lontan dal solo e caro… Lusingato dalla speme, permite mostrar la extensión vocal prodigiosa de quien interpreta.

A continuación, Bartoli continuará con Haendel con Entrée des songes funestes, del ballet del segundo acto de la Ariodante, con Lascia la spina cogle la rosa. Según el crítico musical, Javier Pérez Senz la considera “una de esas joyas que definen la conmovedora expresividad del universo handeliano”. Le siguen lo una de las sinfonías de Giulio Cesare in Egitto y V’adoro, pupille de Il Parnasso in festa, todo de Händel. Seguidamente, viene una pieza de Marc’Antonio e Cleopatra de Johann Adolf Hasse que crea la atmósfera ideal para, a continuación, disfrutar del Concierto para trompa en Re mayor, de Georg Philipp Telemann, que dispara la emoción y sigue con la finura y elegancia del lenguaje orquestal de Händel, que brilla de forma especial en Desterò dall´empia Dite, aria de la ópera Amadigi di GaulaBartoli ha escogido un aria de Antonio Vivaldi, otro caballo de batalla de la cantante: Sol da te mio dolce amore, de Orlando furioso, “puro éxtasis lírico y virtuoso, con una delicada parte para flauta”, indica Pérez Senz.

Después de la Suite di danze de AriodanteBartoli vuelve al universo de Rinaldo con el aria Augelletti, che cantate, que evoca el canto de uno. El concierto concluye con un Haendel más austero –What passion cannot Music raise and quell, de Ode for St. Cecilia’s Day, que cierra con su profunda expresividad este apasionante retrato de Farinelli y su tiempo.  

Cecilia Bartoli

Mezzosoprano italiana considerada una de las voces del bel canto más importantes de los últimos tiempos. Desde los inicios de su carrera, Cecilia Bartoli se impuso como una auténtica especialista de las partituras de Gioacchino Rossini. Sus primeras grabaciones con música de este compositor supusieron sus primeros grandes éxitos, cuya carrera ha seguido desde entonces una línea ascendente. Pero Bartoli también destaca igualmente como intérprete mozartiana y del repertorio clásico en general y barroco.

Gianluca Capuano

Es el director titular de Les Musiciens du Prince – Mónaco desde 2019. Estudió órgano, composición y dirección en el conservatorio de su ciudad natal de Milán y después se especializó en música antigua en la Scuola Civica de allí. Ha actuado como solista y director de orquesta por toda Europa, EE.UU., Rusia y Japón. En 2006 fundó el conjunto instrumental y vocal Il canto di Orfeo, especializado en repertorio barroco. En agosto de 2016, Gianluca Capuano obtuvo reconocimiento internacional al dirigir Norma con Cecilia Bartoli a la apertura del Festival de Edimburgo. Capuano hizo su debut con Les Musiciens du Prince – Mónaco en el Festival de Salzburgo en Pentecostés del 2017 con Ariodante y un concierto de La donna del lago. En la temporada 2021/22, Capuano dirigió Le nozze di Figaro en el Teatro Bolshoi de Moscú, Il turco en Italia a la Ópera Estatal de Baviera, L’italiana in Algeri a Zuric y L’elisir d’amore en Hamburgo.

www.liceubarcelona.cat

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