Doce Notas

Es «la industria», amigo

libros  Es la industria, amigoIngredientes necesarios para construir una potente industria musical para la población blanca. La afroamericana ya tenía su nicho, los race records, incluso tenían algún superventas: blues, rythm and blues, jazz, gospel, soul

Especialmente en el sur la lucha racial era fuerte, pero también lo era la interacción entre la clase baja blanca y las comunidades afroamericanas. Unos tenían el country con fuerte influencia de melodías anglosajonas y otros, en sus guetos, escuchaban blues y r’n’b (er-an-bi, dicen ahora los jóvenes). Si mezclas estos ingredientes resulta un rock and roll de comienzos, rudo y bailable, interpretado habitualmente por blancos (muchos de ellos latinos o italianos) pero de maneras muy explícitas en lo sexual, tanto en las letras como en los gestos. No gustaba mucho a las jerarquías sociales y religiosas al parecer, era pecado.

En este caldo de cultivo crece Elvis Aaron Presley con sus padres cuando llegan a Menphis, Tennessee procedentes de Tupelo.

No muy buen estudiante pronto se adiciona a cantar y tocar la guitarra, algo bien visto por sus progenitores en cuanto gana algún concurso o actúa en alguna de las emisoras de radio la zona. Su interés sigue siendo aún la música negra, blues.

En 1953 se decide a dar el paso y entra en los estudios Sun Records de Memphis. Allí estaban también en sus comienzos Sam Phillips y Marion Keisker. De allí se saldría con la grabación ya prensada, el disco. My happiness era el tema que grabó, le seguirían otras grabaciones pero era el propio artista el encargado de la promoción en emisoras de la zona. Eso hizo y funcionó. A finales del 54 ya era Sun Records quien requería sus servicios para acompañar a otros cantantes. Ya había editado Thats all right, otro éxito local.

Había nacido una nueva estrella del rock and roll, la radio fue su gran medio aliado. Las emisoras competían por el público joven y blanco con sus directos y el cachet iba aumentando con cada programa. Era el momento del despegue. El piloto fue un falso coronel, Andrew Parker, 1955.

Desde entonces la carrera ya no dependería de Sun Records y Sam Phillips. Parker negocio contrato con RCA, con sede en Memphis al igual que otras grandes urbes USA. Es el paso de la artesanía a la industria. RCA y Parker diseñan una carrera meteórica, pero a un ritmo industrial, algo que pasa como una apisonadora por vida propia y ajena. Todo tiene que entrar en la lógica del espectáculo planetario que empezaba a ser la música popular anglosajona. Desde ese momento hasta el final de su carrera en 1978 Elvis grabaría un álbum original cada año, más los recopilatorios, EPs y singles correspondientes y haría veinte películas, dos al año. Y todo esto entre noviazgos, bodas, dos años de mili en Alemania, divorcios, calorías y…barbitúricos.

Un héroe musical de la clase obrera americana destrozado vital y moralmente por la industria de Hollywood y las multinacionales del disco.

Giras, residencias en Las Vegas, discos de platino. Casi 800 canciones grabadas y su vida convertida en un plató de televisión llamado Graceland bajo las órdenes de Priscilla, de la que se acaba divorciando poco después de nacer su hija, Lisa Marie.

Los Beatles especialmente John Lennon, le adoran. Lo mismo pasa con Frank Sinatra. Más tarde, ya en los sesenta, setenta y ochenta serían Tom Jones, Jimmy Hendrix, Elvis Costello, The Clash, Bono quienes admitirían que había sido una gran influencia en su carrera personal y musical.

Las revueltas del 68 y 69 cambiaron en parte su firma de ver la sociedad. De héroe de novela juvenil pasa a incluir en sus letras un fuerte reflejo de los problemas sociales de los afroamericanos con los que se sentía en deuda, fiel seguidor del Reverendo King.…

El final de sus días fueron de farsa y astracanada con lentejuelas. Baste decir que su consejero filosófico y religioso no era otro que su propio peluquero.

La creatividad musical inicial se había convertido en un «producto» industrial que generó un valor de unos quinientos millones de dólares en su día, el valor de los Beatles fue de mil millones y Pink Floyd han vendido ahora sus derechos por quinientos millones actuales.

En fin, es la industria amigo…que a veces aparece cuando la música se apaga…

Y colorín colorado este cuento sobre Graceland se ha acabado. Allí yace Elvis Aaron Presley.

Muy recomendable lectura, muchos datos e información y cero amarillismo, como debe ser.

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