Doce Notas

Música antigua al son valenciano y balear

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La íntima modernidad de Boccherini

El conjunto menorquín Il Gesto Armonico nos ofreció, el pasado 14 de agosto, en la entrañable localidad de Espui (La Torre de Capdella), un concierto dedicado íntegramente a la música de cámara de Luigi Boccherini. Aunque natural de Lucca, la figura de Boccherini nunca ha sido lo bastante reivindicada en España, su país de adopción, lugar donde desarrolló el grueso de su actividad artística a partir de los 25 años, cuando, movido por el amor, abandonó París enrolado en una compañía de ópera con destino a la Península Ibérica. Al poco de llegar, entraría al servicio del hermano menor del rey Carlos III, el infante Luis Antonio de Borbón, gozando de unos años de prosperidad creativa bajo su protección. La contribución de Boccherini a la Historia de la Música, no solo española sino también europea, es trascendental, especialmente en el terreno de la música de cámara, el cual contribuyó a desarrollar a la par que sus homólogos austríacos Haydn y Mozart. Su renovación del lenguaje formal en los tríos, cuartetos y quintetos fue radical y absoluta, sobretodo en el manejo de las texturas y el diálogo de las voces de los instrumentos, otorgando un protagonismo sin parangón al violoncelo, instrumento del cual fue un consumado virtuoso.

Abrió el dicho concierto, el quinteto para cuerdas y traverso en Re Mayor, op 17, nº 1, una obra de refinada estética galante, donde las cuerdas y la flauta tejen temas elegantes sobre delicadas texturas armónicas. El trío en Re mayor, op. 14, nº 4 puso en apuros las capacidades del violoncelista, en un claro ejemplo de virtuosismo técnico extremo de una gran modernidad. El Quinteto en Re menor, op. 17, nº 3 ahondó en el entrañable diálogo entre cuerdas, otorgando un destacado protagonismo al traverso en su segundo movimiento. La sutileza en las transiciones armónicas y las texturas que dibujan los diálogos entre instrumentos se puso de nuevo en relieve en el Trío en Do memor op. 14, nº 2, mientras que los aires de las tonadas populares y pastorales se respiraron ampliamente en el Quinteto en Sol mayor, op. 55, nº 1, una de sus obras postreras. La labor de los intérpretes baleares fue encomiable en todo momento, tanto por su habilidad técnica como por su trabajo discursivo.

Las músicas de Cervantes

 Carles Magraner y su Capella de Ministrers recalaron por tercera vez en el FeMAP para presentar, en esta ocasión, su flamante trabajo discográfico “Claroscuro”, dedicado a las músicas españolas de la época de Cervantes. Un programa que comprende gran variedad de formas y ritmos musicales, de marcado carácter popular, evocadas o sugeridas en diversos pasajes de la literatura cervantina. Romances, canciones y danzas que transitan el legado musical renacentista para sumergirse en el espejismo de contrastes, especulaciones y dramatismo que constituye el alma del espíritu Barroco. Un universo sonoro que nos retrae a una España de intensos claroscuros, apasionada y apasionante.

En la pequeña y acogedora iglesia de Sant Esteve de Llanars (Gerona), el pasado 15 de agosto, pudimos gozar de una interpretación casi íntegra de este reciente proyecto del conjunto valenciano. El trío formado por Magraner (viola de gamba), Robert Cases (tiorba y guitarra barroca) y la soprano Delia Agúndez fueron desgranando el programa, estructurado en cuatro bloques, de acuerdo con el propio registro. Su interpretación discurrió de forma fluida y desenvuelta, con una discursividad rebosante de compenetración y naturalidad. Al virtuosismo desenfadado de las cuerdas, magistralmente compenetradas, se le sumó la voz de la cantante extremeña, dotada de un instrumento pequeño y poco esmaltado, aunque modulado con gran habilidad retórica. El concierto hizo las delicias del auditorio, que aplaudió encarecidamente a sus protagonistas hasta arrancarles una propina.

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