
L’ocassionae fa il ladro © A Bofill
El domingo 16 de mayo, la compañía que lidera Raúl Giménez, clausuró una nueva temporada de ópera de cámara, con el simpático título rossiniano L’occasione fa il ladro. Desde que este proyecto comenzó en 2014, se han sucedido diversas ediciones de modestas producciones de ópera cámara, cocinadas con escasos recursos pero con gran talento juvenil y entusiasmo militante, que han recuperado títulos poco frecuentes de compositores como Pergolesi, Donizetti, Balducci. Manuel García, Pauline Viardot, Cimarosa y, sobretodo, Rossini. Todos ellos protagonizados por elencos de jóvenes intérpretes, acompañados por la Orquetra Barcelona Concertante, bajo la batuta de Assunto Nesse.
En esta última producción, tuvimos ocasión de escuchar a un competente reparto, donde se distinguió por encima del conjunto el magnífico Don Parmenione de Jan Antem. La dirección escénica, a cargo de Anna Ponces, trasladó con audacia la acción dramática en una casa de veraneo estival en la Florida de los años sesenta, con una lograda escenografía a cargo de los alumnos de la escuela de diseño Elisava.
Esta misma producción podrá escucharse de nuevo en el marco del Barcelona Rossini Opera Festival que se desarrollará en el Teatre Romea, entre el 8 y el 20 del corriente. El certamen contará con dos producciones operísticas, L’ocassione fa il ladro y La scala di seta, una conferencia, un taller, un coloquio y un recital. Todo ello con el objetivo de reivindicar el legado del compositor de Pesaro y potenciar las jóvenes generaciones de intérpretes locales. Una loable labor, para no perdérselo.
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