Para empezar, es importante poner en contexto a los autores: Matthew Riley es profesor de música en la Universidad de Birmingham, mientras que Anthony D. Smith fue (falleció en 2016) profesor emérito de nacionalismo y etnicidad de la London School of Economics. La mezcla de ambos es sin duda la primera razón de por qué este texto es tan elocuente: no se limita a hablar de cómo la música es influenciada por la historia, sino que también ayuda a explicar cómo la música forma parte de la conformación de las naciones. Esta perspectiva es muy interesante pues da a la música un papel protagonista en la generación de sentimientos identitarios en la población, algo que desde luego es básico para entender el concepto de nacionalismo.
En trescientas noventa páginas y seis capítulos, los autores nos llevan de viaje a diversos momentos de la historia explicando fenómenos sociales y describiendo cómo los eventos se relacionan con sinfonías, sonatas, conciertos… En el libro hay un total de dieciocho imágenes o ejemplos de partituras, además de una profusa colección de notas a pie de página para ampliar información. No faltan veinticinco páginas de bibliografía, lo que nos da una idea del ingente trabajo de documentación que realizaron Riley y Smith.
En cuanto a la edición, es un trabajo sencillo el de Alianza Editorial, en portada gris de encuadernación rústica con un tacto muy agradable. Es encuadernación fresada, papel reciclado y la tipografía habitual: un formato conocido y hecho para que se pueda leer con facilidad. Mención especial merece el trabajo de los traductores, Patrick y Javier Alfaya, pues han sabido dar un tono muy llevadero al volumen.
Si les interesa el tema cómprenlo que, aunque su precio es quizá un poco más alto que el de un libro “al uso”, seguro que les merece la pena.
_____________________