Algunos poderes se atrevieron a calificar de degradado el jazz, y por razones contrarias, como hicieron tanto los nazis como el stalinismo. Para ambos era la música del contrario ideológico. Aún en los ochenta pasábamos escritos de solidaridad con la asociación Checoslovaca de jazz para evitar su prohibición. Dylan cantaba: padres y madres de todo el mundo, no critiquéis lo que no entendéis, porque los tiempos están cambiando.
El autor del libro es sobre todo un gran aficionado y especialista en blues, periodista freelance que colabora con medios de comunicación y revistas en la difusión del blues y la música popular, tanto en España como en Francia.
Ahora nos entrega un libro muy completo sobre la fobia que se prodigan el poder y los rebeldes musicales en el siglo XX, principalmente los afroamericanos como sujetos activos de la revolución por los derechos civiles en EEUU. Mahalia Jackson, Nina Simone, James Brown, Marvin Gaye entre otros faros musicales. Entre los blancos vamos a encontrar a Woody Guthrie, Pete Seeger, Bob Dylan, y Johnny Cash en el flanco de la tradición musical contestataria y The Doors, Country Joe and The Fish, Jefferson Airplane, Elvis Presley, John Lennon, Patti Smith, Bruce Springsteen, Sex Pistols, Frank Zappa, Rolling Stones o The Clash por nombrar alguno entre los clásicos en el rock. Todos aportaron en algún momento de su carrera su grano de arena para molestar lo posible a los poderes establecidos, algunos incluso perseguidos con inquina por la policía: Jim Morrison y Lennon, o por la “mayoría moral” USA como Zappa.
El encontronazo de los afroamericanos y el poder continúa ahora con Trump, pero en los ochenta alumbró estilos como el hip hop o el rap, con antecedentes tan importantes como Gil Scott-Heron o Public Enemy.
El mundo latino e hispano también aparecen en este vasto compendio con autores tan señeros como Víctor Jara o Mercedes Sosa, el reivindicativo rock argentino y chileno y en España con nombres como las admiradas Vainica Doble, Paco Ibañez, Raimon, Luis Pastor, Pi de la Serra o Lluis Llach que acumularon prohibiciones y multas por parte del torpe poder de finales del franquismo.
Lo mismo ocurre con el rock radical y alternativo alemán y el rock protesta de los países “del telón de acero” que continúa en parte en Rusia alentado por el autoritarismo de Putin, como en el caso del grupo de mujeres Pussy Riot.
Libro muy bien organizado por épocas, temas, países y objeto de la protesta. Con sencillos y efectivos documentos gráficos y muestras de las canciones miles de veces coreadas cuando veíamos a «los grises» a caballo por la castellana detrás de quienes simplemente queríamos ver a Jethro Tull en un polideportivo o en la universidad a Elisa Serna en España o sus equivalentes en países bajo dictaduras de en ambos lados de “The Wall«… O sea, el mundo entero.
Muy recomendable para quien quiera entrar en el tema de música y poder. Bien distribuido en librerías. A disfrutarlo.
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