Aunque firmada hace doce años, esta autobiografía es el resumen perfecto, duro, cruento y genial de una vida dedicada al blues. Del comienzo al final Clapton se abre en canal en cada página, contando los problemas que atenazaron cada periodo de su vida: desde de su niñez y su extraña relación con sus padres-abuelos hasta su redención con su segunda mujer y sus hijas. Especialmente descarnadas son las narraciones sobre sus experiencias con las drogas, haciendo hincapié en las ingentes cantidades que consumía y el efecto que causaban en sus relaciones personales. Cocaína, heroína y más tarde el alcohol le convirtieron en alguien insoportable e insufrible, llevándole a dejar grupos como Cream o Derek and the Dominos, cuando no a hacer peligrar sus conciertos en los momentos más severos de su adicción.
Sin embargo de entre todas las dificultades que la vida le fue colocando por delante, capítulo aparte merece la trágica muerte de su hijo Conor, que además de inspirar una de las más bellas canciones de toda su producción —Tears in Heaven—, paradójicamente le sirvió de ayuda para superar definitivamente su alcoholismo y fundar el centro de desintoxicación Crossroads. A partir de entonces su vida fue a mejor, como nos cuenta en los últimos capítulos del libro, pudiendo sobreponerse a sus demonios internos tras años de negación, dejando atrás las relaciones autodestructivas como su primer matrimonio con Pattie Boyd, y por supuesto sus problemas con las drogas. Toda una catarsis que le llevó alrededor de cuarenta años alcanzar.
A la edición de Neo Sounds no se le pueden hacer reproches. De portada blanda y tacto agradable, invita a la lectura por la suavidad del papel y la curiosa manera de separar los dieciocho capítulos más un epílogo con páginas en negro con una guitarra dibujada. Quizá las dos secciones de fotografías en blanco y negro podrían haber sido impresas en un papel más claro para que se apreciasen mejor —como he visto hacer en otras biografías—, pero se pueden disfrutar sin problemas. Un buen detalle es acabar el libro con un índice temático, haciendo más rápida la búsqueda de cada entrada ya que la cantidad de personas y lugares
relevantes con las que se ha relacionado Clapton a lo largo de su vida es impresionante.
¿Peros a la escritura? Ninguno. Es amena, directa y todo lo sincera que el autor ha querido, no reparando en detalles al describir sus momentos más difíciles, lo que hace aún más satisfactorio para el fan-lector ver cómo el propio Clapton logró, no sin mucha ayuda de amigos y familiares, enderezar su rumbo. Lástima que la narración acabe en 2007 y nos falten estos diez años de su vida, habría estado bien un añadido para esta edición —por pedir que no quede.
Resumiendo: El fan lo disfrutará, el bluesman encontrará las tribulaciones existenciales de uno de los más famosos puristas del género, y el neófito tendrá una gran cantidad de material que revisar a posteriori, con muchas canciones maravillosas que descubrir. Totalmente recomendable.