Doce Notas

Torroella de Montgrí reivindica a Haydn

opinion  Torroella de Montgrí reivindica a Haydn

© Martí Artalejo/Festival de Torroella de Montgrí

Fiel a su tradición en pro de la música antigua y del período clásico, la 39 edición del Festival de Torroella de Montgrí ha acogido algunos de los intérpretes internacionales más consagrados en estos repertorios, como Jordi Savall, Tom Koopman, Fabio Biondi, La Grande Chapelle o los hermanos Zapico. El pasado 18 de agosto llegó el turno del conjunto liderado por la violinista Amandine Beyer, Gli Incogniti, con un programa íntegramente dedicado a las sinfonías y conciertos de Joseph Haydn. Gran representante de la música del Clasicismo, al compositor austríaco se le conoce como al padre de la sinfonía, no porque fuera el inventor de este género sino por el decisivo impulso que acabo dando a esta forma musical en su extenso catálogo de obras sinfónicas (104 en total).

El concierto celebrado en el Auditori Espai Ter comenzó y concluyó con dos sinfonías correspondientes a su período de experimentación formal relacionado con el movimiento Sturm und Drang, concretamente las núm. 47 y núm. 64, respectivamente. En los movimientos finales de ambas es donde más se pone de manifiesto el ímpetu expresivo prerromántico, asociado a un uso dramático del discurso y de las modulaciones armónicas. Beyer supo imprimir a su conjunto una lectura fluida, vitalista y de una gran unción expresiva que hizo brillar las páginas haydenianas, con ataques vigorosos de las cuerdas alternados con una articulación y un fraseo de gran naturalidad y sensibilidad musical. El sonido, reforzado por las jóvenes secciones de vientos, estuvo en todo momento compactado y bien ensamblado. Su interpretación no fue en absoluto superficial ni buscó efectismos resultones, sino que dejó entrever una plena asimilación y una maduración del sutil lenguaje musical del maestro germano, servido con un virtuoso entusiasmo expresivo.

La parte central del concierto estuvo protagonizada por dos conciertos, el Concierto para violín y clavecín en Fa mayor Hob.XVIII:6 y el Concierto para violín en Sol mayor HobVIIa núm. 4. En el primero, pudimos disfrutan del intenso diálogo musical entre el virtuoso clave de Anna Fontana y el inspirado violín de la directora gala, aunque el sonido de este último quedara un tanto tamizado a la sombra del clave. En el segundo, el violín solista de Breyer ganó algo más de fuelle, pero en ocasiones su delicado fraseo quedó ahogado por el grueso de la orquesta. Con todo, la interpretación de ambas obras fue resuelta con gran vitalidad expresiva y un encomiable sentido estilístico.

En suma, una deliciosa velada musical que, un año más, afianza el municipio de Torroella de Montgrí como uno de los referentes imprescindibles del estío musical catalán.
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