Doce Notas

Je suis narcissiste. Nous sommes tous narcissistes

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Ayer miércoles 6 de marzo tuvo lugar el estreno de una ópera de nueva creación, una producción de Òpera de Butxaca i Nova Creació en coproducción con Teatro Real, Teatro Español y Teatre Lliure. Así son las nuevas producciones, colaboraciones, pues están implicados además Mondigromax, la SGAE y la Fundació Catalunya Cultura, con el apoyo del Institut de Cultura de Barcelona y el Departament de Cultura de la Generalitat de Catalunya.

Este aire fresco viene desde varios frentes, el principal, sacarnos del hábitat predominante y llevarnos a un teatro donde normalmente no se hace ópera, consiguiendo una miscelánea de ambos mundos, teatro y ópera. Un espacio más reducido de lo que estamos acostumbrados en el Teatro Real, pero que supo estar a la altura, destacando una puesta en escena sugerente y atractiva. Espacio que hizo lucir en su justa medida a los actores-cantantes y que deslumbró nuestra retina con la sutil y directa iluminación, así como el trabajo con los colores que hacen de la propuesta un juego de matices extremo y deslumbrante.

Se nota que han trabajado codo con codo, dicho por todos los que las han visto sumergidas tanto en la creación como en los ensayos; “la compositora, Raquel García Tomás, la autora, Helena Tornero y la directora Marta Pazos han estado trabajando en ella palabra por palabra, situación por situación para que la composición musical tuviera un sentido escénico y todo, escena, texto y música, estuvieran al servicio de contarnos una historia”, palabras de Carme Portaceli, Directora artística del Teatro Español. Porque en el fondo, de lo que se trata es de contar una historia y, si además ocurre eso mágico por lo que vamos al teatro, pues mucho mejor.

La música es una mezcla de estilos y hace que la primera hora sea trepidante. Nos delimita con precisión desde el inicio el tono divertido, hilarante e irreverente pero a la vez inteligente. Una historia que parodia nuestra propia existencia, que nos hace sonreír y soltar más de una carcajada; en el fondo como la vida misma, eso tan trascendente e intrascendente. Utiliza un collage de músicas provenientes de diferentes estilos y géneros, la mayoría de ellos muy accesibles y cercanos, aptos para todos los públicos. Como la propia compositora dice, ha trabajado con el lenguaje de las bandas sonoras de las películas de la llamada Edad de Oro de Hollywood … integra y transfigura otros géneros tales como el Teatro Musical (concretamente el de las décadas de los 40 y 60), el Ragtime, la ópera del Romanticismo.“Esta miscelánea de estilos encuentra su coherencia –en gran medida– en lo teatral, ya que cada leit motiv va a asociado a los pequeños gestos, personajes o situaciones recurrentes que aparecen a lo largo del espectáculo”, Raquel Garcia-Tomas, compositora.

En parte, Vinicius Kattah, director musical, es el causante de ese punto de partida. Irrumpe en escena y ya saca los primeros aplausos. Aplauso también para los músicos de la orquesta titular del Teatro Real, casi un cuarteto doble de cuerda junto con una sección de viento madera y una trompeta y un piano que resulta del todo eficaz para narrar musicalmente esta historia.

En perfecta armonía con la música, la escena nos transporta a un mundo donde el juego simbólico y casi surrealista desde el que mirarnos el ombligo. Los cuatro en escena, Elena Copons, Toni Marsol, María Hinojosa y Joan Ribalta, con una amplia y consolidada trayectoria están espléndidos actoralmente y se nota que han disfrutado con este divertido juego. En el plano del recitado y el parlatto algo me delata y me despista con algún tipo de amplificación, pues también la música tratada electrónicamente juega su papel en la historia.

En el fondo siempre hay cosas que no entiendes, pero ahí le doy la voz a Marta Pazos, directora de escena, pues comparto plenamente sus palabras: “Porque en la vida como en el arte, hay que escoger entre sentir o entender. Y Clotilde no entiende muy bien lo que le pasa. Dejémosla, al menos, sentir… ojalá sientan ustedes con ella y se diviertan tanto con esta ópera como nosotros hemos disfrutado montándola.”

Y me gustaría terminar ahí, con ese tono optimista y positivo. En la mayoría de los casos, todo lo que lleva el rótulo de contemporáneo, en un principio, asusta, pues no sabemos lo que nos vamos a encontrar. En esta producción, y por todo lo que nos han contado las propias autoras podemos constatar que al menos el acercamiento al público está conseguido. Esperemos que no quede en la mera anécdota, que podamos verla rodar y no se produzcan solo estas cuatro funciones en el Teatro Español.

[Ó P E R A B U F A. Música: Raquel García Tomás. Libreto: Helena Tornero. Director Musical: Vinicius Kattah. Directora de Escena: Marta Pazos. REPARTO: Elena Copons, Clotilde; Toni Marsol, Giovanni; María Hinojosa, las mujeres; Joan Ribalta, los hombres. Músicos de la Orquesta Titular del Teatro Real. Asistente De Dirección, Alberto Trijueque; Iluminación, Nuno Meira; Escenografía, Fernando Ribeiro; Diseño de Sonido, Sixto Cámara; Vestuario-Caracterización, Pier Paolo Álvaro (AAPEE); Movimiento, Amaya Galeote; Coordinación Y Producción Ejecutiva, Jose Díaz; Producción, OBCN Dietrich Grosse & Raül Perales; Dirección Artística, OBCN Marc Rosich]

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