Stefano Russomanno se sumerge por primera vez en el ámbito novelesco con un libro dedicado al amor por la música y todo lo que ello significa, en concreto realiza un homenaje póstumo a uno de los pianistas más brillantes del pasado siglo, Arturo Benedetti Michelangeli. El extremado perfeccionismo del pianista con sus interpretaciones, con los instrumentistas e instrumentos, con las salas, la afinación y con todo lo que rodea al acto musical, sirven al autor para crear una trama entorno a un concierto de música de cámara donde participa el pianista.
Con una escritura muy accesible, no por ello carente de buen gusto, Russomanno nos sitúa dentro de un viaje, un crucero por el Mediterráneo, donde inexplicablemente el flamante pianista va a celebrar un concierto dedicado a solo un selecto grupo de pasajeros. La pasión por el artista lleva al protagonista principal a embarcarse en dicho viaje para ver en directo a su admirado músico, pero pronto, la intriga se desata. Como era esperado las circunstancias no están al nivel exigido por el pianista y se niega a intervenir en dicho concierto. Durante la travesía las idas y venidas son continuas hasta que finalmente se decide por tomar parte del mismo, interpretando únicamente una de las obras programadas, el Cuarteto K493 de Mozart.
El protagonista había admirado desde niño a Michelangeli por su interpretación de la Chaconne de Bach-Busoni, la cual tenía su padre en casa en un disco de vinilo y escuchaba muy a menudo. Ese amor por la música le hace decantarse por los estudios musicales a los cuales su padre se opone, ya que tiene mejores planes para él dentro de su bufete de abogados. No obstante, a pesar de las adversidades consigue dedicarse a su pasión, la música, y acaba siendo violinista de una de las orquestas de Inglaterra.
La escena se sitúa en el momento de la narración con saltos continuos al pasado, el autor nos ofrece un contexto sobre la vida del personaje, que hará que poco a poco el viaje, el concierto y la novela cobren sentido con un final lleno de poesía y refinada belleza, como lo es la pasión por el arte. El concierto es la excusa para generar los encuentros, las sensaciones, los recuerdos y la historia dentro del Renaissance.
Lejos de otros títulos del autor como “La música invisible”, un libro más concreto entorno a la armonía de las esferas, en El concierto es la sencillez de la escritura y la transparencia del argumento principal los que la convierten en una lectura muy recomendable para músicos y no músicos. Un libro muy accesible alejado de escritos más complejos sobre la materia y que se adapta perfectamente a todo tipo de lector.
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