Música para la libertad
Eduardo G. Salueña es gijonés y doctor con mención internacional en Historia y Ciencias de la Música por la Universidad de Oviedo, profesor titulado de piano. Colaborador de revistas musicales en España, Europa e Iberoamérica y en la actualidad es el responsable del ya longevo Taller de Músicos de Gijón. Pese a tan serias tareas saca tiempo para tocar con el grupo de rock progresivo asturiano SENOGUL, con el que actúa en la península ibérica y Francia con frecuencia. Colabora en tareas musicales con grupos del mismo estilo musical.
Pero ¿qué es el rock progresivo? ¿Hay rock regresivo? A la segunda no voy a contestar ya, porque es una obviedad en un mundo donde el revival – el musical es el menos peligroso- parece haber tomado el mando.
La primera pregunta es estimulante y compleja. La tendencia, muy británica, es una coctelera de sonidos donde a una base fuerte de rock de los 70, o sea, de rock-blues británico se le añaden “otras músicas”, mayoritariamente jazz – a través de la improvisación- música clásica – para poder hacer grandes desarrollos melódicos- electrónica – para experimentar con nuevas sonoridades-, música contemporánea – para deconstruirlo todo- …y en general mucho equipo de sonido. Algunos le pusieron también british folk – Jethro Tull a finales de los 70- y otros música del renacimiento – los italianos Premiata Forneria Marconi-. Pink Floyd le pusieron psicodelia y Genesis grandes ideas y textos.
¿Quiénes fueron ellos? Muchos, solo por enumerar algunos de los más conocidos: Moody Blues, Nice, Emerson, Lake and Palmer, King Crimson, Mike Oldfield, Henry Cow, Caravan, Focus, Soft Machine, Yes, Gong, Magma…Van der Graaf Generator…entre los de la primera ornada, en la posterior Pendragon o Marillion, ya menos conocidos. Los Punk aludían a ellos como “los dinosaurios”, pero ya sabemos que el punk fue “regresivo” sin que ello lleve obligatoriamente una connotación negativa.
Y ¿qué pinta España en todo esto? Bueno, tuvo su papel, como Italia. Los españoles partían en desventaja – menos equipo de sonido- pero tenían unas potentes tradiciones musicales: celtas, ibéricas, castellanas, mediterráneas, flamenco, africanas…y consiguieron hacer una mixtura interesante…con más o menos rock partiendo de Sevilla (Smash) del rock laietano (Máquina!) pasando por el jazz en Madrid y Cantabria o la música clásica en manos de Los Canarios…y Galicia-Asturias-Cantabria con una cierta extensión a la meseta norte (Valladolid) participaron activamente en esta pre-movida.
Héroes musicales como Emilio Cao, Cano Hevia, Goma 2, Jei Noguerol, N.H.U, Grisú, La Turulla, Bloque, Crack, Nuberu, Asturcón, Juan Carlos Calderón…los vallisoletanos Mercurio – aún recuerdo su local de ensayos y me veo con algunos con mucha frecuencia-.
Todos ellos se batieron el cobre contra la cultura oficial, la censura, la política, la sociedad – que les veía aún como “la cochambre”- y los novios de las chicas de los pueblos donde actuaban, amenazaban con tirarles al pilón o cortales el pelo, tan largo en la época (bolo con Mercurio en Cantalejo, Segovia)
Se trata de una tesis doctoral musical, sin duda, pero lo es en igual medida de una tesis sociológica de la España que se desperezaba de una anestesia de “casi cuatro décadas” como rezaban los eslóganes de la época.
Después llegó “la movida” más pop que rock o punk y “los progresivos” ayudaron a hacer una de las propuestas más sólidas en el campo de los “cantautores”…pero eso es ya materia de otra tesis doctoral.
Resumiendo: un gran libro con apabullante documentación – Eduardo, como muchos de su generación, lo sabe todo- incluye ejemplo de los temas con partitura y análisis musical y con un cd selección con temas de algunos de los grupos – ahora bandas- reseñadas en el libro.
Imprescindible en la biblioteca de los aficionados españoles al rock, sea progresivo o no.
Pedidos a www.nortesurrecords.com y en las librerías con buena sección musical.
____________________________