Doce Notas

Katia Kabanova y su liberación de la mujer, protagonistas en el Liceu

Katia Kabanova

Katia Kabanova

El Gran Teatre del Liceu estrena la exitosa producción de la English National Opera (ENO) Katia Kabanova, de Leoš Janáček, uno de los títulos más sórdidos de su catálogo operístico y una de las obras que mejor retratan la voluntad de liberación de una mujer. El director de escena norteamericano David Alden potencia en esta producción “la impresionante combinación de corazón y rabia que Janáček imprimía a sus óperas” mientras que Josep Pons se enfrenta al lenguaje rapsódico del compositor checo y a una pieza con un alto contenido teatral y una gran riqueza en la instrumentación. Una de las mejores cantactrices del momento, la norteamericana Patricia Racette, encarna a Katia Kabanova, acompañada de un reparto de lujo formado por el tenor austríaco Nikolai Schukoff y la mezzosoprano inglesa Rosie Aldridge, entre otros.

Pons dirige una ópera que destaca por un gran poder orquestal y un lenguaje muy propio de Janáček, un lenguaje rapsódico. En palabras del propio Pons, “el texto es fundamental y se interpreta como si fuese un gran recitativo, prácticamente sin presencia de arias. Tienes la impresión de que la orquesta y las voces conectan casi de milagro!”.

Convencido de que Janáček es uno de los mejores regalos para un director de escena, David Alden asegura que la música que encontramos en Katia Kabanova es tan bella como lo puede ser la de Puccini y tan dura e intensa como la de Beethoven. “Una combinación entre corazón y rabia que destaca por sus personajes increíblemente complicados”. Para Alden, el compositor checo “aporta un poco del pasado romántico a su música y a sus historias pero no deja de ser una criatura de la primera época freudiana, hecho que le hizo encararse profundamente a la psicología de la gente, especialmente de las mujeres, con las que tiene una afinidad especial a la hora de abordar personajes”.

Katia Kabanova se ha convertido en una referencia de la liberación de la mujer. El microcosmos de nuestra protagonista y su destino son víctimas de Marfa Kabanova, su suegra cruel, y que hace de reflejo del macrocosmos, el de la condición humana, retratada por Janáček en su ópera más pesimista. En palabras del director catalán, “Katia está ahogada en este mundo e intenta vivir como puede… siente envidia de los pájaros porque pueden volar libremente. Pero cuando acaba ejerciendo esta libertad y siendo infiel a su marido, su moralidad no le permite mantenerlo en secreto y lo acaba confesando; y se lanza al río”.

Los tres actos de Katia Kabanova siguen el libreto del mismo compositor, inspirado en La tempestad del dramaturgo ruso Aleksandr Ostrovski (1823-1886). Estructurada en tres actos y seis cuadros (dos por cada acto), la simetría de la ópera también se traduce en el tiempo de sus partes: cada acto dura aproximadamente media hora, de manera que el equilibrio es perfecto. Esta ópera se estrenó en el Teatro Mahen de Brno el 23 de noviembre de 1921. Al Liceu llegó el 1 de febrero de 1973, eran las primeras funciones que se hacían en el España. La temporada 2001/02 volvería al coliseo barcelonés, donde se ha representado un total de 9 veces.

www.liceubarcelona.cat

 

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