Desde hace 20 años el rol de Cenicienta no ha dejado de acompañarle y ahora regresa a Barcelona para ajustarse de nuevo el delantal en esta Cenerentola de concierto, que se podrá escuchar el 25 de octubre en el Palau de la Música Catalana. Cecilia Bartoli es desde hace un par de décadas una de las voces más solicitadas del panorama internacional y recala esta vez, no en las Ramblas barcelonesas, sino en el auditorio modernista de Domenech i Montaner.
La orquesta de Les Musiciens du Prince, con Gianluca Capuano en el atril central, será la encargada de retornar la contagiosa chispa melódica y los intrincados retruécanos contrapuntísticos a la inmortal página operística de Gioachino Rossini. Acompañarán a Bartolli en los papeles principales Edgardo Rocha (Don Ramiro), Alessandro Corbelli (Dandini) y Carlo Chausson (Don Magnifico). La cita, enmarcada en el ciclo Palau y auspiciada por la Fundació Orfeó Català -Palau de la Música, está prevista que comience a las 20 horas bajó el famoso lucernario de la ciudad condal.
Gianluca Capuano es un director habitual de los cosos operísticos de Zürich, Colonia, Monte Carlo y colaborador de importantes festivales como el de Luzerna o el Maggio Fiorentino. Especializado en el repertorio de los siglos XVIII y XIX, ha dirigido en lo que va de año dos mozarts (La clemenza di Tito y La finta Giardiniera) e Il Matrimonio Segreto de Cimarosa. En 2017 coincidiendo con el bicentenario de la ópera La Cenerentola emprendió una gira europea, junto a los Musiciens y con Bartoli a la cabeza, para devolver todo el esplendor a la célebre partitura, que ahora retorna a Barcelona.
Bajo auspicio de la propia Cecilia Bartoli, la formación Les Musiciens du Prince, apenas cuenta dos años de trayectoria. Tiempo suficiente para que se haya rodeado de importantes colaboradores como el violinista Andrés Gabetta, el cantante Javier Camarena o el ya citado Gianluca Capuano. A través de dicha formación orquestal la prestigiosa cantante romana quiere revalorizar el repertorio operístico comprendido entre el barroco y Rossini, compositor del que es a todas luces una de sus principales valedoras, dentro y fuera del escenario.
Si Bartoli lleva 20 años emparentada vocalmente con la Cenerentola, la homónima ópera acumula más de 200 de andadura por todos los escenarios del planeta, desde su estreno en el Teatro Valle de Roma en 1817. Compuesta en sólo tres semanas, a la edad de 25 años, constituye la última ópera cómica del compositor de Pesaro. La conocida afición a la buena vida y buena mesa de Rossini y el notable éxito de sus composiciones escénicas le apartarían muy tempranamente de su oficio. Un caso de jubilación precoz sin precedentes, apenas estrenada la trentena.
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