Doce Notas

Dantone y Galou recorren el Barroco musical en Torroella de Montgrí

opinion  Dantone y Galou recorren el Barroco musical en Torroella de Montgrí

Festival de Torroella de Mongri. Academia Bizantina © Martí Artalejo

Dantone es ya un viejo conocido del festival ampurdanés, donde ha actuado reiteradas veces y lideró una memorable producción del oratorio vivaldiano Juditha Triumphans, a cargo de la entonces Orquestra Histórica del Festival (2007) – después Acadèmia 1750-, que llegó a escucharse en Venecia y de la cual se conserva un registro discográfico. En esta ocasión, ha reaparecido en el escenario catalán con su emblemática formación de instrumentos históricos y la exquisita cantante Delphine Galou para ofrecernos un programa que explora las influencias de la música teatral en el repertorio sacro a la largo del período Barroco. Un itinerario musical que ha sido llevado recientemente al disco compacto por los mismos intérpretes.

Durante la primera parte del concierto, la contralto exploró la raíces del recitar cantando y del stile rappresentativo a partir de los motetes de Claudio Monteverdi (Ego Flos Campi y Jubilet tota civica) y Alessandro Stradella (El egressus est), unas composiciones de refinada retórica musical que la cantante gala abordó con esmerada unción y pulcro sentido estilístico, en perfecta sintonía con el conjunto italiano. En la segunda parte del programa, se impusieron el virtuosismo y la expresividad belcantista del barroco tardío. La música pirotécnica del Nicola Porpora (In Procella sine stella) y el enérgico vitalismo de Antonio Vivaldi (Juditha Triumphans) pusieron a prueba las habilidades de intérprete francesa, quien salió airosa de su cometido. Poseedora de una voz homogénea, algo pequeña de volumen, aunque de timbre grato y muy bien modulada, Galou demostró conocer a fondo los recursos expresivos de la vocalidad barroca, recreándose también con suma elegancia en la música de transición al clasicismo del prolífico compositor Niccolò Jommelli (Betulia Liberata).

Dantone no dejó pasar la oportunidad para rescatar algunos concerti grossi d’Arcangelo Corelli y Francesco Geminiani, así como para descubrirnos al poco conocido Giovanni Lorenzo Gregori, compositor originario de Lucca que fue el primero en utilizar el término de concerto grosso para referirse a una colección de conciertos de su propia cosecha. Lejos de una interpretación rutilante, las huestes de la Accademia Bizantina hicieron honor a la reputación que los sitúa al frente de los conjuntos historicistas italianos, con una ejecución nítida y vibrante, de vigorosos ataques y electrizantes dinámicas, que encandiló al público del auditorio ampurdanés Espai Ter. La organización del festival tuvo el detalle de dedicar este concierto, celebrado el primero de agosto pasado, a la memoria del periodista César López Rosell, cronista de espectáculos de El Periódico de Catalunya recientemente finado. Descanse en paz.

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