
Está pensado para niños con edades comprendidas en el segundo ciclo de Educación Infantil, sobre todo a partir de 4 años, aunque también se puede trabajar con alumnado de 3 años, pudiendo ser el progreso más lento dependiendo de las capacidades y precocidad del alumno. Con dedicación y utilizando la imitación como metodología se pueden conseguir buenos resultados.
Se pretende contribuir al desarrollo físico, sensorial, intelectual, afectivo y social de los alumnos a través de la música y del aprendizaje del piano, utilizando el juego, la canción, la experimentación y la imitación como métodos de trabajo. La exploración y la curiosidad espontáneas se aprovecharán igualmente para el aprendizaje.
Se trabajará no solo el lenguaje musical a través de la interpretación de canciones con la voz y en el piano sino también el lenguaje plástico y el lenguaje corporal, contribuyendo al desarrollo integral de los niños y al desarrollo de su creatividad y de su imaginación.
Estos años de experiencia me han enseñado que hay que hacer fácil y sugestivo el lenguaje musical para estimular a los niños a que se acerquen al piano y al mundo de la interpretación del repertorio infantil, con canciones cercanas y atractivas para el alumnado. Por ello este método utiliza el bigrama (2 líneas horizontales) en vez del pentagrama para representar las notas con colores, haciéndolo más asequible para que los alumnos lo puedan llegar a comprender y tocar las canciones correctamente.
El fin último es que el repertorio que el niño aprenda a interpretar con su voz lo llegue a tocar en el piano, desarrollando poco a poco hábitos de control corporal y adquiriendo una buena base técnica».
Se trata en definitiva de un método muy exhaustivo y pensado por la autora determinado por su propia experiencia. No cabe duda que es una gran ayuda para el profesor a la hora de acercar al pequeño alumno al instrumento. Le guía hacia cómo tener conciencia de sus propias manos, su peso, la digitación, cómo sentarse delante del teclado y cómo colocar los dedos tanto en las notas blancas como negras.
Una vez el alumno tenga asimilado estos aspectos básicos, el método empieza con un repertorio de melodías gracias a las cuales el estudiante se irá familiarizando poco a poco con las notas y su duración (negras y blancas), todo de forma progresiva comenzando con una nota en cada mano hasta conseguir llegar a todas las notas de la escala de do mayor. Comenzará con el dedo 2, luego 2 y 3, y por último 2, 3 y 4, evitando lo dedos 1 y 5 «dado que no dan estabilidad a la mano» tal como comenta su autora. En la parte final, y como complemento, hay una serie de ilustraciones realizada por Pilar Bautista, para colorear, relacionadas con la melodía que se acaba de tocar.
Tus manitas al piano es un primer paso básico hacia el aprendizaje pianístico. Este método le será muy útil al alumno, en cursos venideros, para tener interiorizada la posición del cuerpo, de los dedos, los gestos corporales y la comprensión de la melodía.
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