
© A. Bofill
Al frente del reparto estarán dos figuras de primer nivel y habituales de los teatros de ópera más importantes del mundo, el barítono letón Egils Siliņš como Demonio, y la soprano lituana Asmik Grigorian, última triunfadora del Festival de Salzburgo que debuta en el Liceu como Tamara. El cast lo completan el contratenor Yuriy Mynenko en el papel de Ángel, el tenor Igor Morozov en el papel de Príncipe Sinodal o el bajo Alexander Tsymbalyuk en el rol de Príncipe Gudal, los tres ucranianos y debutantes en el Liceu. El estreno de Demon se dedicará a la memoria del barítono ruso Dmitri Hvorostovsky, fallecido en noviembre y que participó en la creación de esta producción que él mismo tenía que protagonizar.
El Gran Teatre del Liceu lidera esta coproducción en la que también participan el Helikon Opera de Moscú, la Opéra National Bordeaux y el Staatstheater Nürnberg. Un proyecto gestado en Barcelona y con una espectacular escenografía ideada por Hartmut Schörghofer, que situará sobre el escenario un gran túnel que conecta distintos mundos y reproduce la tragedia del amor, asegura Dmitry Bertman. En el fondo de este cilindro, una gran esfera inflable con un proyector en el centro irá generando múltiples realidades, cambiando de aspecto y dando claves de las distintas acciones del relato, convirtiéndose en una esfera de fuego, un ojo que vigila o una tormenta de arena, entre muchas otras.
El Demonio y Tamara protagonizan una historia de amor y pasión en la que su personaje protagonista, a pesar de su naturaleza sobrenatural, acabará por tener más humanidad y buen fondo que todos nosotros asegura Dmitry Bertman. El mismo director destaca momentos musicales memorables de Demon como la bella aria del príncipe Sinodal, el aria Nochen’ka temnaya (La noche es oscura), el poderoso coro de duelo por la muerte de Sinodal y el impresionante dúo final del tercer acto entre Tamara y el Demonio, auténtico clímax de la ópera.
Anton Rubinstein fue autor de más de quince óperas, de las cuales en el Liceu únicamente se ha visto Néro en 1898, la primera ópera rusa representada en Barcelona. En el mismo Teatre, el compositor y pianista –rival de Liszt– actuó como concertista en dos ocasiones, en una de las cuales la orquesta interpretó el ballet de su ópera Demon, basada en el poema homónimo del maldito Mikhaïl Lérmontov, tildado de sacrílego y blasfemo por la censura eclesiástica rusa. Demon es una ópera en tres actos y libreto de Pavel Alexandrovich Viskovatov. El estreno absoluto fue el 25 de enero de 1875 en el Teatro Mariïnski de San Petersburgo. Y el 23 de abril se estrenará en el Gran Teatre del Liceu.
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