
Dead man walking © Felix Sanchez. Houston Grand Opera
Dead Man Walking (argot de las prisiones estadounidenses para referirse al condenado a muerte cuando es trasladado desde la celda hasta la silla eléctrica) es una reflexión sobre la pena de muerte y, al mismo tiempo, sobre el poder redentor del amor.
Encabeza el reparto la gran mezzosoprano Joyce Di Donato, que interpretará a Sister Helen Prejean después de haber debutado el papel con gran éxito, en la misma producción que se verá en el Teatro Real, en la Opera Houston, grabada posteriormente en CD. La próxima semana saldrá al mercado otra grabación en la que la cantante protagoniza una nueva ópera de Jake Heggie titulada Great Scott.
El barítono estadounidense Michael Mayes, que encarna al asesino condenado a muerte Joseph de Rocher, ha representado este papel en nueve producciones dotándolo de una intensidad alabada unánimemente por la crítica.
La dirección musical estará a cargo del británico Mark Wigglerworth y la dirección de escena en manos de Leonard Foglia, profundo conocedor de la obra de Jake Heggie, con quien ha colaborado en la elaboración del libreto de The end of the affair y en la puesta en escena de todas sus óperas.
Tal como explicó Leonard Foglia, en la presentación a la prensa en Madrid,»mi papel era articular cada uno de los elementos de este viaje tanto del libro como a través de la música. supe que era una gran ópera y lo que hago es representar todos los aspectos emocionales de la ópera. Esta ópera trata del amor y de la muerte pero cada vez que vuelvo a revisitarla, creo que la ópera nos hace pensar en nuestra capacidad de perdonar».
Michael Mayes que interpreta al protagonista, Joseph DeRocher explicó «que es una ópera que nos permite ver la humanidad que hay hasta en un asesino como es Joseph. En Estados Unidos vivimos en un mundo muy polarizado y este tipo de papeles nos permite ver que hay humanidad más allá»
Joyce DiDonato que da vida a la Hermana Helen, recordó que esta religiosa, «da un paso hacia el infierno y entra en contacto con lo peor de la sociedad y también con un sistema carcelario malvado. Este contacto con el sufrimiento cambia su vida, pero acepta entrar a este mundo de forma voluntaria y elige un camino comprometido. Planta la semilla del amor y lo hace una y otra vez. Su forma de actuar nos ha cambiado y cambia a todo el que la coonoce y te hace preguntarte que si ella puede por qué yo no».
Tal como explica Joan Matabosch en las notas al programa «La trama está basada en la historia real de una joven religiosa de Louisiana, la hermana Helen Prejean, que trabaja con desheredados en los alrededores de Nueva Orleans. Un día recibe una petición de un condenado a muerte por asesinato, Joseph de Rocher, que está esperando su ejecución en el Angola State Penitentiary, para que se convierta en su guía espiritual. Tras algunas dudas, acepta el reto, convencida de que se trata de una responsabilidad que no debe rehuir. La religiosa y el criminal van a vivir, a lo largo de una singular relación, un proceso que los va a transformar a ambos. A ella porque se va a tener que enfrentar a sus propias contradicciones: la monstruosidad de un asesino de una tal inhumanidad ejerce sobre ella una especie de fascinación, pero también un rechazo al que no puede abandonarse si quiere llevar a cabo su empresa, por mucho que el entono no haga más que fomentar ese sentimiento. Y a él porque su cínica intención inicial es utilizar a la religiosa para atenuar la gravedad de su caso y obtener un indulto, pero se va a encontrar con que, poco a poco, la proximidad de alguien íntegro lo va a llevar por un camino muy diferente. Hasta que, finalmente, De Rocher acabará aceptando la realidad, asumiendo el daño que ha causado y experimentando un arrepentimiento sincero. Como escribe Jake Heggie, “frente al telón de fondo del gigantesco sistema carcelario, la pena de muerte, y un hombre acusado de un crimen monstruoso, tenemos a una mujer humilde con su fe: su creencia en la dignidad individual de cada persona sobre nuestro planeta”. Una mujer que no está dispuesta a negar esa dignidad ni siquiera a quien menos lo merece»
Según recuerda su propio autor, Jake Heggie, «Fue en junio de 1997 cuando Terrence McNally sugirió por primera vez Dead Man Walking como tema para nuestra primera ópera. Aún recuerdo el escalofrío que sentí cuando pronunció el título. Fue un escalofrío intenso, porque entendí inmediatamente que la ópera era la forma de arte exacta para llevar esta historia a escena. El lenguaje emocional es descomunal, con lo que tiene sentido que los personajes canten, y la obra podría llenar un gran teatro de ópera. Es norteamericana, pero a la vez universal. Es de nuestro tiempo, pero a la vez atemporal. Es una historia íntima con grandes fuerzas en movimiento, con grandes apuestas en todo momento y, gracias a la gran película de Tim Robbins (con Susan Sarandon y Sean Penn), da la sensación de que forma parte del ADN norteamericano. Además, como compositor, me parece la historia perfecta. Con el beneplácito y apoyo entusiasta de la maravillosa hermana Helen Prejean, nos pusimos manos a la obra. Ella nos dio permiso para ahondar en la historia y contarla como nos pareciera más adecuado, sabiendo que habría de adaptarse a escena. Su único requisito fue que se mantuviera como una historia de redención».
Actividades paralelas
15 de enero a 12 de febrero. Lunes de 19.30 a 22 horas | Instituto Internacional
Page to stage: curso en inglés en torno a Dead Man Walking.
20 de enero, a las 21.30 horas | Filmoteca Española, Cine Doré
Ciclo de cine Teatro Real: Noche de ópera
Pena de muerte, de Tim Robbins (1995). Con Sean Penn y Susan Saradon, ganadora de un Oscar por su interpretación de Helen Prejean en esta película.
23 de enero, a las 20.15 horas | Teatro Real, Sala Gayarre
Enfoques: coloquio con los artistas de Dead Man Walking moderado por Joan Matabosch, director artístico del Teatro Real.
Entrada libre hasta completar aforo
25 de enero, a las 19.30 horas | Teatro Real, Sala Gayarre
Mesa redonda: ‘Dead Man Walking’: Cultura de violencia, pena de muerte y redención
1, 8 y 15 de febrero, de 19.00 a 21.00 horas | Teatro Real, Sala de actividades paralelas
Curso: Teatro Musical Norteamericano
De Weill a Sondheim: Tradición e innovación en el musical de Broadway
Por Alberto Mira
18 de febrero, a las 12.00 horas | Teatro Real, Sala principal
Los domingos de cámara
Obras de Jake Heggie (Soliloquio flauta y piano), Kurt Weill (Cuarteto de cuerda op. 8), Juan José Colomer (Fireabrass y Trío para flauta, viola y arpa) y Johannes Brahms (Cuarteto con piano nº 1 en do menor)
Solistas de la Orquesta Titular del Teatro Real
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