La obra se compuso y se interpretó por primera vez en un campo de concentración nazi en 1941, cuando Messiaen estaba prisionero. Se compuso para clarinete, violín, violonchelo, y piano porque eran los intérpretes que había disponibles en ese momento. Messiaen, un devoto católico, basó el trabajo sobre el lenguaje y las imágenes del Apocalipsis, donde el tiempo es abolido. De sus ocho movimientos, sólo dos implican a los cuatro intérpretes. Dos son dúos y los otros dos son trio y un solo.
El clarinetista sueco se ha ganado el reconocimiento mundial por su técnica asombrosa, su musicalidad consumada y su versatilidad.
El repertorio de Martin Fröst abarca desde Mozart y Stamitz hasta Copland e Hindemith. Abarca muchos géneros: klezmer y jazz, clásico, moderno y post-moderno. Después de haber explorado el repertorio principal de su instrumento, Fröst ha estrenado una serie de nuevas obras, incluyendo concertos compuestos por Kalevi Aho, Rolf Martinsson, Krzysztof Penderecki y Bent Sorensen.
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