Kurt Pahlen, protagonista de esta historia en cierta medida, comenzó su carrera como concertista en Viena, ciudad que abandonó durante el régimen nazi para instalarse en Argentina, donde dirigió el Teatro Colón a partir de 1957. Vivió también unos años en Uruguay y regresó a Europa en la década de 1970, estableciéndose en Suiza a partir de 1982. Este músico austríaco dedicó gran parte de su vida a la divulgación musical, sobre todo entre los más jóvenes, y destacó como musicólogo, compositor y director de orquesta. Sus obras de referencia Diccionario de la ópera, El maravilloso mundo de la música, ¿Qué es la música moderna?, además de su autobiografía Mi siglo con la música, constatan esa gran labor. Con esta obra se pone de manifiesto la dedicación de toda una vida al estudio de la biografía y la obra de sus protagonistas.
Podemos encontrar erupciones deslumbrantes, tímidas epístolas o manifestaciones espontáneas que avalan únicamente la autenticidad de los sentimientos que se exponen. Pahlen no ha querido tomar en consideración ni los tipos ni los temperamentos o caracteres de estos grandes artistas, simplemente realiza un recorrido cronológico. Penetrar en la esfera íntima de alguien canonizado por la historia como personaje relevante, desnudar sus sentimientos y dejarlos al descubierto no ha sido la intención del autor. Pero, al leer su correspondencia, estamos más cerca de esa vida emocional y creativa de lo que podíamos pensar.
Veintisiete compositores muestran su alma en estas cartas, que hablan de amor, pero también de la vida cotidiana, de las ideas, los sueños y los sentimientos personales. Tenemos ante nosotros cartas escritas de puño y letra de maestros que vivieron en la misma época, pero cuya forma de pensar y sentir muestran a menudo los mayores contrastes. Este libro no es un manual, puesto que la selección de las cartas, algunas abreviadas pues se desviaban de lo personal, o actualizadas, ya que los giros idiomáticos no eran los adecuados, demuestran que se trata de una selección subjetiva, demasiado fragmentaria. En cualquier caso sí podemos constatar que se trata de una guía por la psique de personas inusuales.
En todo caso este libro estimula la reflexión y el acercamiento a la vida y obra de grandes creadores de nuestra historia. Empalagosos, graciosos, perdidamente enamorados, seductores, hipersensibles, desilusionados por la cotidianeidad de lo material, adulados, incomprendidos, en lucha constante por la supervivencia y por sobreponerse a las penurias por las que pasaron más de uno. Seres de carne y hueso como el resto de los mortales, y aún así inmortales.
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