Según explicó Joan Matabosch en la presentación de la ópera, Carmen «es una de las obras mas populares de todo el repertorio y Calixto Bieito ha sido capaz de encontrar una formula con la que se mantiene su fuerza sin renunciar a que transcurra en España, en esta ocasión a finales de los 70. Hay una violencia latente pero el gran mérito es explicarnos Carmen con toda su crudeza y una fidelidad absoluta que nos explica por qué las críticas la destrozaron en su estreno»
Matabosch también recordó que esta versión de Carmen «es uno de los grandes clásicos de la dramaturgia operística del siglo XXI y el itinerario de este espectáculo es el más espectacular que ha habido en la historia reciente de la ópera».
Acerca de los cambios que ha habido de esta producción en su presentación en el Teatro Real, Matabosch subrayó que «son ajustes decididos por el propio equipo consciente de la situación del momento», en relación a escenas relacionadas con la bandera de España.
En cuanto a la parte musical, para su director, Marc Piolet, «estamos ante una ópera en la que los personajes son de la calle y por eso podía chocar en la época. Hay escenas brutales que se reflejan con la música. Bizet plantea una relación entre partes dialogadas y partes cantadas, esto tiene una repercusión directa en la forma de interpretar esta obra musicalmente y supone algo muy puro y directo. Los diálogos, que hemos tenido que recortar, van disminuyendo a medida que avanza la ópera hasta que es la música la que prevalece en el culmen del drama. Lleva la libertad más allá de la muerte, es una música clara directa y muy brutal en la relación con los personajes».
Esta producción ha sido presentada en más de 30 teatros de Europa y América y ofrecida en España en el Auditorio de San Lorenzo del Escorial (2009), el Gran Teatre del Liceu de Barcelona (2010 y 2015) y el Palacio Euskalduna de Bilbao (2014).
A lo largo de 18 años, el decorado concebido inicialmente para Peralada y Maastricht se fue adaptando a las características de cada teatro y, caso más insólito, se fue multiplicando: varios teatros han decidido reconstruir el decorado de Carmen, como el Gran Teatro del Liceu, la Ópera de San Francisco (que luego lo vendió a la Ópera de Boston), la English Nacional Opera (en coproducción con la Ópera de Oslo), el Teatro Mayor Julio Mario Santo Domingo de Bogotá (cuyo decorado almacenado fue recientemente destruido por un incendio), y finalmente, la Ópera de París, que realizó la escenografía para el Teatro de La Bastilla el verano pasado y que, por sus proporciones, es el que mejor se adapta al escenario del Teatro Real.
En su propuesta dramatúrgica para Carmen, Calixto Bieito aleja la ópera del enfoque pintoresco y traslada su trama a Ceuta durante los años 70, espacio fronterizo propicio al universo del contrabando y la marginación, en el que la situación de los protagonistas se presenta con desgarro, remitiendo al desconcierto que provocó el estreno de la obra en París, en 1875, cuando el público rechazó su drama naturalista.
Georges Bizet, profundamente decepcionado con la mala recepción de su ópera, cansado y enfermo, moriría tres meses después, con apenas 36 años, sin intuir que su Carmen, precursora del verismo italiano, se convertiría en una de las óperas más representadas en todo el mundo.
Siguiendo la estela de Federico García Lorca, que pedía a los actores que mostraran ‘los huesos y la sangre de sus personajes’, Bieito demanda a los cantantes y al coro una interpretación visceral, en que la seducción, la pasión, el sexo, el maltrato, la humillación, el machismo, los celos y la sinrazón llegan al espectador con una violencia emocional y un ritmo trepidante, potenciados por la vida al límite en ese submundo hiperbólico, no exento de una inquietante poesía, que recuerda a Quentin Tarantino o Martin Scorsese.
En el Teatro Real tres repartos de reconocidos cantantes-actores darán vida a la ópera de Bizet, encabezados por las mezzosopranos Anna Goryachova, Stéphanie d’Oustrac y Gaëlle Arquez (Carmen), los tenores Francesco Meli, Andrea Carè y Leonardo Caimi (Don José), las sopranos Eleonora Buratto y Olga Busuioc (Micaëla) y los barítonos-bajo Kyle Ketelsen y Vito Priante (Escamillo) que, con el resto del elenco y el Coro y Orquesta Titulares del Teatro Real, actuarán bajo la dirección musical de Marc Piollet, gran experto en el repertorio decimonónico francés.
Actividades paralelas
15 de octubre, a las 12 y a las 17 h. | Teatro Real, sala Gayarre
Taller familiar ¡Todos a la Gayarre!: El amor es un pájaro rebelde.
Dirección de Fernando Palacios, con la participación de Pilar Vázquez (mezzosoprano) y Elisa Rapado (piano).
16 de octubre, a las 19 h. | Teatro Real, sala Gayarre
Coloquio en torno a Carmen con Carmen Iglesias, Serafín Fanjul, Enriqueta Vila Vilar y Juan Pablo Fusi.
Colaboración con la Real Academia de la Historia
17 de octubre, a las 19 h. | Museo Nacional del Romanticismo
Conferencia alrededor de Carmen
21 de octubre, a las 11 h. | Institut Français
Taller creativo alrededor de la producción.
Carmen: Imaginar, dibujar crear… como un verdadero artista.
En francés (todos los niveles) para niños de 4 a 8 años
22 de octubre, a las 12 h. | Teatro Real, sala principal
Los domingos de cámara
Obras de Darius Millaud, Maurice Ravel, Ernest Chausson y Claude Debussy
Solistas de la Orquesta Titular del Teatro Real
27 de octubre, a las 18 h. | Filmoteca Española, Sala 2
Ciclo de cine: Teatro Real: Noche de ópera
Carmen (España, 1983). Dirección de Carlos Saura. Interpretación: Antonio Gades y Laura del Sol.
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