Doce Notas

Un homenaje a nuestra gran diva Pilar Lorengar

libros  Un homenaje a nuestra gran diva Pilar LorengarEl nuevo libro sobre la vida de la soprano aragonesa, Pilar Lorengar, ha sido publicado por la Universidad de Zaragoza el pasado septiembre de 2016, conmemorando el veinte aniversario de la muerte de la artista. Sus autores, Sergio Castillo y Alejandro Martínez, son miembros de la Asociación Aragonesa de la Ópera y cuentan ya con la publicación de numerosos libros y artículos. Pilar Lorengar: Una aragonesa de Berlín, recorre la trayectoria vital de la cantante desde su nacimiento en la ciudad de Zaragoza en 1928, hasta su muerte en Berlín en 1996.

Para su elaboración, los autores han recopilado información de diversas fuentes, entre ellas podemos citar a los familiares de la cantante, El álbum de recuerdos de prensa de Pilar Lorengar (custodiado por la Academia de las Artes de Berlín), cuyo contenido son recortes de prensa de sus apariciones en el periódico, archivos de los teatros y festivales más importantes del mundo, como el Metropolitan de Nueva York, La Royal Opera House de Londres o La San francisco Opera, así como del Festival Internacional de Santander y de la Fundación Jacinto e Inocencio Guerrero, artículos de prensa de periódicos de la talla del ABC o de la Vanguardia, y también de prensa autonómica como el Heraldo de Aragón, entre otros.

El libro consta de un breve prólogo escrito por el gran Plácido Domingo, donde el tenor realiza un sencillo recorrido de su relación con la cantante y de sus interpretaciones juntos. Se despide así lamentando su pronta muerte y rindiendo homenaje a su bella voz.  A modo de coda, el epílogo fue realizado en la misma línea por Jesús López Cobos. Finalmente, una extensa cronología que ampliamente recoge las actuaciones de la solista y una discografía, completan el material presentado en el documento.

En sus inicios, Pilar Lorengar, bajo el nombre artístico de Loren Garcy recorrió los principales cafés-concierto del país. Recibió sus primeras lecciones de canto en su Zaragoza natal y su incipiente llegada a Madrid con dieciocho años le obligó a costearse mediante actuaciones de música popular su educación vocal con la maestra Ángeles Ottein. Su debut en los escenarios tuvo lugar el día 2 de mayo de 1951 en el Teatro Municipal de la ópera de Orán (Argelia) interpretando el rol de Rosa de la ópera Maruxa (A. Vives). Sin embargo, no tuvo lugar hasta diciembre de ese mismo año, cuando aconteció el estreno de la zarzuela póstuma de Jacinto Guerrero  El canastillo de fresas, el verdadero comienzo de su carrera lírica como artista de renombre.

La trayectoria de la soprano se ve fuertemente marcada por una progresiva evolución desde un repertorio integrado prácticamente en su exclusividad por zarzuela, hasta su madurez en el extremo opuesto, en donde desarrolló generosamente el género operístico. Compaginando sus primeras grabaciones de zarzuela, la bellísima Pilar Lorengar se introduce en el mundo del cine que abandonará sin triunfo con celeridad, únicamente protagonizará dos películas Último día (1952) y Las últimas banderas (1957). A partir de 1955 la artista comienza a recorrer los principales teatros europeos y finalmente, tras copiosos éxitos, en 1961 se instala en Berlín, donde será una de las sopranos principales de la compañía de ópera de la ciudad. Viajará por todo el mundo interpretando un amplísimo repertorio y se convertirá, a la par que Victoria de los Ángeles y Plácido Domingo, en una de las artistas españolas que más veces ha actuado en el Metropolitan de Nueva York.

Siendo galardonada, en sus últimos años, con el Premio Príncipe de Asturias de las Artes junto con Plácido Domingo, Teresa Berganza, Alfredo Kraus, Montserrat Caballé, Victoria de los Ángeles y José Carreras, se despide de los escenarios en el Teatro Campoamor de Oviedo el 22 de octubre de 1991. Tristemente, la artista fallecerá en Berlín el 2 de junio de 1996, a la edad de 68 años debido a un cáncer de pulmón.

El libro recorre al detalle, basándose en el argumento previamente expuesto, todas y cada una de las actuaciones de la soprano. Se explican particularmente los aspectos significativos que rodean la acción y se establece un marco contextual adecuado en aquellas situaciones que lo requieren, recreando rigurosamente, de esta manera, la enérgica vida de la artista. La presentación del libro plantea un orden cronológico de sencillo seguimiento por parte del lector, acompañado por imágenes de la diva que ilustran los capítulos. No obstante, resulta poco llevadera la intensa referencia a las críticas sobre la voz de la artista, que en los primeros capítulos, hasta que Lorengar concluye con su establecimiento en Berlín, se repiten página a página. Las grandiosas cualidades de la soprano quedan ya patentes en su recorrido artístico y en sus más que numerosos compromisos con los teatros de mayor relevancia en el panorama lírico mundial, por lo que consecuentemente es innecesaria semejante alabanza a sus atributos que llegan a reproducirse, casi literalmente, en dispares ocasiones.

Zaragoza ha querido honrar a su gran artista una vez más con su primera biografía, que por seguro sumará a la larga lista de premios y condecoraciones de la que Pilar Lorengar es poseedora, un grato recuerdo que celebrará emocionada desde el más allá, con lágrimas, parca en palabras como era natural en ella, pero con el corazón encogido por el amor de su gente.

 

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