Doce Notas

El CNDM estrena en Madrid la ópera sin voces de Alberto Corazón y Alfredo Aracil sobre Damasco y Alepo

lirica  El CNDM estrena en Madrid la ópera sin voces de Alberto Corazón y Alfredo Aracil sobre Damasco y Alepo

Juan Carlos Garvayo, Alfredo Aracil y Alberto Corazón

La primera cita del ciclo SERIES 20/21, del Centro Nacional de Difusión Musical (CNDM), en 2017 presentará el próximo lunes 16 de enero a las 19,30 h. en el Auditorio 400 del Museo Reina Sofía el proyecto Siempre/Todavía. Ópera sin voces, obra que aúna las ilustraciones del Premio Nacional de Diseño 1989, Alberto Corazón y la música del compositor Alfredo Aracil, interpretada al piano por el Premio Nacional de la Música 2013, Juan Carlos Garvayo, en un singular espectáculo en torno a la cultura de Siria.

Siempre/Todavía. Ópera sin voces tuvo su estreno absoluto el 15 de octubre de 2015 en el teatro del Museo Universidad de Navarra, en Pamplona y es la primera colaboración del Museo Universidad de Navarra con el Centro Nacional de Difusión Musical (CNDM), unidad del Instituto Nacional de las Artes Escénicas y de la Música (INAEM). Ambas instituciones comparten la misión de fomentar y difundir el arte en la sociedad. Se trata de una creación artística innovadora, que provoca el diálogo entre el grafismo animado y los textos proyectados en una gran pantalla, con la música compuesta ad hoc para piano solo.

Alberto Corazón ofrece a través de sus dibujos y notas una memoria de la riqueza cultural de Damasco, la capital siria, por desgracia ya perdida a causa del conflicto bélico que asola al país. Coraszón pudo comprobar entonces que en Damasco confluye la historia de todas las civilizaciones, lugar de encuentro multicultural. El guión, escrito por Alfredo Aracil, se basa en el libro Damasco Suite, somos memoria (Ahora Ediciones de Bibliofilia, 2004).

El acceso será libre hasta completar el aforo de la sala, como en todos los conciertos de este ciclo, con la apertura de puertas media hora antes del inicio del mismo. Como actividad paralela a este concierto, el mismo lunes a las 13 h. tendrán lugar un encuentro entre Alfredo Aracil y Alberto Corazón en la Facultad de Geografía de la Universidad Complutense de Madrid.

El tiempo: esa corriente que casi todo lo arrastra

Según comenta el compositor Alfredo Aracil: «El proyecto tiene su punto de partida en los cuadernos de trabajo que Alberto Corazón llenó de anotaciones y dibujos durante su estancia en Damasco con motivo de una exposición retrospectiva que el Museo Nacional dedicó en 2002 a su pintura y escultura. Un problema de aduanas retrasó varios días el montaje; días que Corazón empleó en conocer Damasco (la ciudad viva más antigua del mundo, explican), recorrer el Museo desde dentro (ya no como visitante) repasando cada rincón, cada pieza, cada ruina de sus caóticos y entonces riquísimos fondos, visitar Alepo, sus museos, y en definitiva, en ese área que abarca del Éufrates al Mediterráneo, sumergirse en las raíces de nuestra cultura. «Asombra que el origen de cosas tan esenciales y complejas como la medida de las distancias y de los volúmenes, la fabricación de colores para fundir con el barro, la escritura…», esté todo en un pequeño valle cerca de allí, anota Corazón, y reconoce su propio arte como una manifestación más de los signos, técnicas, sistemas, paradigmas, anhelos y arquetipos de aquellos que le precedieron en tantos años.

No es difícil identificarse con las ideas y emociones de esas notas. Inspirado en todo ello, Alfredo Aracil planeó hace tiempo una amplia partitura para piano solo, que poco a poco fue ensanchándose en ambición y recursos hasta convertirse en la obra actual: un espectáculo de 70’ aprox. de duración, con imágenes proyectadas en pantalla, texto también proyectado, un personaje visto desde su interior, un relato… y la música del piano. Sólo piano, explica Aracil, porque sus posibilidades son muy amplias, la carga de su tradición es ya enorme y sus limitaciones frente a una combinación instrumental más compleja son un reto, una invitación a enfrentarse a ellas, a buscar el signo en vez de mostrar la imagen, a refinar el trazo, a dibujar con la mayor precisión los sonidos, las ideas. El relato de Siempre/Todavía es el de un personaje indefinido (un artista, un espectador, cualquiera de nosotros) cuyas observaciones, dudas y certezas, sueños y fantasías, vivencias, emociones y duermevelas, lo van (y nos van) acercando a la sensación de que el tiempo no es, para muchas cosas esenciales, esa corriente que casi todo lo arrastra sin posibilidad de vuelta atrás, sino un lugar en el que pasado, presente y futuro conviven: un tiempo transitable (tiempo-memoria, cultura), un tiempo que une, en lugar de distanciar, a hombres que viven o han vivido en épocas distintas.

El protagonista no es un actor en el escenario, ni se dirige a nosotros; somos nosotros, sus espectadores, los que vamos a ser conducidos hacia él, entraremos en él y desde su interior asistiremos a sus sensaciones, emociones, revelaciones…, no escuchándolas sino leyéndolas en una pantalla que también recoge lo que ve, no lo que mira sino lo que percibe, lo que procesa y, en su cabeza, ante nuestros ojos, se dibuja.

Siempre/Todavía lleva más allá de Damasco o Alepo y las culturas que se desarrollaron en la región, pero fue allí donde empezó a nacer y no podemos dejar hoy de pensar en que recientemente están sucediendo cosas terribles en sus calles, a su gente y, lo estamos viendo también, a su patrimonio cultural y sus museos. No sabemos qué queda hoy, qué va a quedar, de todo aquello y no podemos dejar de preguntárnoslo… y descubrimos que una parte de la respuesta estaba, desde los primeros bocetos, implícita en esta pieza: nosotros somos parte de esa memoria; quedamos al menos todos nosotros.»

 

www.cndm.mcu.es

 

 

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