Doce Notas

Rockeras, la huella femenina en el Rock

libros  Rockeras, la huella femenina en el RockEl mundo de la música y, en concreto, el de la música moderna es otro ámbito más donde el papel de la mujer ha quedado relegado a un lugar bastante secundario. Sorprendentemente, todavía son muchos los que se sorprenden cuando el solo de guitarra eléctrica o el ritmo de la batería es realizado por una mujer. Sin embargo, también es cierto que, en los últimos años, estamos dirigiéndonos hacia el polo extremo: a intentar valorar más algo hecho por una mujer por el mero hecho de serlo. Por este motivo, encontrar el punto intermedio —valorar únicamente el trabajo venga de quien venga— a veces no es tan fácil como debiera ser.

En esta Historia del Rock publicada en Man non troppo musica no se pretende ese ensalzamiento vacío en el que a veces se cae de forma errónea. Anabel Vélez, autora de este libro, trata de plasmar el talento, intensidad, revolución y apertura de nuevos caminos que hicieron algunas mujeres al igual que sus compañeros masculinos. A manera de guía se pueden ir descubriendo grandes artistas que van desde los orígenes del rock (blues, country, gospel), pasando por el soul, el punk, la psicodelia o la música electrónica. En definitiva, todos aquéllos estilos que conectan con el rock en algo más de medio siglo.

A través de estas páginas se pueden llegar a descubrir grandes voces, compositoras e intérpretes, sin tener la necesidad de realizar un exhaustivo análisis de sus vidas y obras. La sofisticación y sentimiento de Billie Holiday, la creación del sonido Motown por parte de Martha and the Vandellas, las profundas raíces gospel que tintan el soul de Aretha Franklin o la revolucionaria Joan Baez son algunos ejemplos que aquí podemos encontrar.

Como es de suponer el camino de muchas de estas artistas no fue fácil, tuvieron que luchar contra  clichés y estereotipos que marcaban cada una de sus épocas: a Kate Bush se le veía más como sex simbol que como una gran artista capaz de componer e interpretar sus propias canciones, Karen Carpenter se convirtió en el ejemplo social de la “América Feliz” por su imagen y voz angelical lo que sería la base de su propia destrucción, Janis Joplin tuvo que huir de una sociedad extremadamente conservadora en la que era un bicho raro y, así, podríamos seguir enumerando muchísimas situaciones que hicieron el camino para el rock en femenino complicado.

Por otro lado, la formación de algunas de ellas estuvo ligada a la tradición clásica, unos estudios que gran parte de las artistas que aquí encontramos abandonaron por la necesidad de huir de los encorsetamientos de la misma, como es el caso de Alison Krauss. El otro pilar formativo de estas mujeres estuvo vinculado a los coros de las iglesias, pero, en la mayoría de los casos la vía autodidacta fue su mejor aliada.

La mujer española y latina también tienen un lugar especial en este libro, un apartado donde se menciona a cantantes tan significativas como Aurora Beltrán (el alma de Tahúres Zurdos),  Amparo Sánchez (pionera en la fusión del rock español con Amparanoia) o las incendiarias Cristina y Amparo Llanos (Dover).

Después de adentrarse en esta publicación — cuya lectura, por supuesto, no tiene porqué ser lineal— a uno le dan ganas de ponerse a escuchar inmediatamente cada una de sus aportaciones, sumergirse en cada uno de los estilos que muchas de ellas marcaron, por eso puede ser de gran utilidad el broche final de este libro donde aparecen los 50 álbumes recomendados por la autora, parte del legado de las pioneras, rebeldes y rompedoras del rock.

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