Doce Notas

INSTRUMENTOS MUSICALES. MUSEOS DE TITULARIDAD ESTATAL

Museos de titularidad estatal, obra en forma de catálogo hace tiempo agotada, dado su interés para los especialistas de diversos ámbitos. Gracias al impulso dado en 2008 por la compositora Marisa Manchado cuando era Subdirectora de Música y Danza del INAEM ve la luz la reedición de este catálogo, que revisa y amplía la anterior, incorporando una Adenda que incluye las piezas de nueva incorporación.

El trabajo da testimonio, a falta de colecciones públicas salvo raras excepciones, de los instrumentos con los que cuentan los museos estatales, muchos de ellos verdaderas joyas que arrojan datos muy interesantes para los especialistas. Sorprende en el inventario la gran cantidad de instrumentos procedentes de culturas no europeas que pertenecen a nuestros museos y que han llegado a España a través de expediciones científicas y colecciones adquiridas por diversas vías. Otras piezas son una muestra del coleccionismo privado que en su día practicaron personas notables por linaje o cultura. La heterogeneidad en cuanto a su tipología, origen geográfico y función queda sistematizada siguiendo los criterios de clasificación establecidos en 1914 por Curt Sachs y Erich M. von Hornbostel, que la profesora Bordas lleva años enseñando rigurosamente a sus alumnos de la Universidad Complutense, y cuyas bases quedan explicadas al usuario al principio del libro.

Tras los pertinentes prólogos a la reedición, la propia autora sintetiza las bases de su trabajo y enumera con una breve explicación las instituciones depositarias de las piezas clasificadas. Un artículo de Romà Escalas, actual director del Museo de la Música de Barcelona, sirve para situarnos en el origen y evolución del coleccionismo de instrumentos. Para Escalas, los criterios actuales referidos a esta actividad se basan en “una auténtica veneración del objeto original, y por lo tanto están asociados íntimamente a procesos de conservación y restauración”. Ciertamente, y al margen de la utilidad inmediata de un trabajo como éste, Instrumentos Musicales en colecciones españolas es una muestra de la inquietud de nuestra época por preservar piezas que no son consideradas sólo vehículos para hacer música, sino documentos portadores de una información preciosa, algunos de ellos verdaderas obras de arte. Este catálogo se erige en exponente de los avances, lentos pero significativos, en la adquisición de una “conciencia organológica”, que esperamos desemboque en la creación de nuevas colecciones. No nos queda sino aplaudir tanto el riguroso trabajo llevado a cabo por la musicóloga Cristina Bordas, cuya admirable dedicación ha hecho posible la elaboración de esta obra, como la iniciativa de reeditarlo, y esperamos que el segundo volumen, consagrado a otras colecciones públicas, vea pronto la luz.

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