Pasajes como la deliciosa canción de la noche (See, even Night herself is here) o la canción de El Sueño para bajo y coro Hush, no more, be silent all del segundo acto alcanzaron cuotas de una unción casi celestial, en ponderado y equilibrado contraste con páginas más airosas y desenfadadas como el simpático dueto entre Coridon y Mopsa del tercer acto.
Al finalizar la función, el público del auditorio en pie ovacionó unánimemente la extraordinaria labor artística realizada por las huestes del incombustible Savall, el cual inaugurará el próximo octubre una nueva temporada de Música Antigua en la capital catalana, con un concierto dedicado a los grandes maestros del barroco que se ocuparon de traducir musicalmente la fuerza de los elementos de la Naturaleza.
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