Mediante una acertada y original manera de trazar estos encuentros, el lector puede ir conociendo la sorprendente y peculiar personalidad del pianista ruso. Ya desde el índice se puede observar que no estamos ante una biografía al uso (al propio Richter no le gustaban), y este hecho se hace aún más patente a lo largo de su lectura donde verdaderamente se descubre la interesante forma de plasmar el transcurso de su vida.
De entre la multitud de obras musicales y ensueños que sirven como hilo conductor destaca la referencia a El clave bien temperado. Los preludios y fugas del segundo volumen se ponen a disposición del propio Richter para representar de una original manera sus distintas etapas vitales. Además, página a página se pueden descubrir las relaciones que tuvo con grandes celebridades del siglo XX (Marlene Dietrich, Picasso, Prokofiev,…) así como las magníficas reflexiones hacia el mundo de la interpretación pianística: la forma con la que abordar cierto pasaje complejo, sus obras de referencia, las opiniones sobre distintos compositores e intérpretes, miedos, pasiones, su experiencia como director de orquesta…Todo ello brillantemente tramado a través de constantes y formidables referencias a otras disciplinas artísticas, en especial, a la literatura rusa de la que se muestra como un gran conocedor.
El amplio repertorio que este pianista era capaz de abarcar –de Bach a Stravinsky– y el profundo conocimiento del mismo se manifiesta en cada uno de los capítulos, especialmente en el último –de gran interés para pianistas y melónanos– donde se encuentran ubicadas extraordinarias apreciaciones de algunas obras musicales de su repertorio. Sin duda, este libro es un recomendable camino que recorrer, una manera más que interesante de sumergirse en el mundo que rodeaba a uno de los pianistas virtuosos más importantes del siglo XX.
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