Doce Notas

Manual de emergencia para prácticas escénicas

libros  Manual de emergencia para prácticas escénicasAl consumir página tras página de Manual de emergencia para prácticas escénicas nos encontramos con transcripciones de ideas, ensayos y entrevistas, desde listados de horas danzadas hasta la conversación que mantuvieron Juan Domínguez y Óscar Cornago (coordinador del libro) durante todo un verano. Esto es uno de los mayores retos o ventajas, según se vea, de este texto, pues veintisiete autores derivan en veintisiete propuestas diferentes, cada una con un estilo narrativo que puede dificultar o enriquecer la lectura del mismo. Que cada uno juzgue como crea conveniente.

Las reflexiones profundas no faltan entre sus más de trescientas páginas –de cuidada tipografía e inusual formato (casi cuadrado)– con incursiones de textos en otros textos, fotografías, diagramas e imágenes de distintas propuestas llevadas a cabo por los autores, o extractos de investigaciones para universidades como la Universidad Carlos III de Madrid o la Politécnica de Valencia. El desarrollo de temas como lo público y los públicos, economías en el escenario o el sentimiento de comunidad se van intercalando entre cada propuesta, con un hilo conductor a veces difícil de seguir y, a veces, algo inconexo. Como ya he dicho veintisiete autores son quizá demasiados autores pese a la posible ventaja que ofrece la multitud de propuestas y opiniones.

Para terminar es necesario remarcar la figura del coordinador de los textos, Óscar Cornago, pues la empresa no era fácil en absoluto y él la ha llevado a cabo con bastante acierto. Es posible que algo más de concreción en algunos de los apartados ayudaría a dar forma al título del libro, pero esto, como todo, depende de la subjetividad propia del lector y no merece la pena entrar a valorarlo, pues lo que al que firma le puede parecer aberrante, a ojos de otro es una genialidad. Y viceversa.

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