Maria João Pires
El Auditorio Adán Martín de Tenerife acogió dentro del marco del 31 Festival Internacional de Música de Canarias, un programa de concierto con brillo propio en el que destacó la exquisita interpretación del Concierto para piano y orquesta, núm. 4 de Beethoven por parte de la pianista Maria João Pires.
Por su parte, el director Trevor Pinnock avaló su buena trayectoria y reputación como director, con una espléndida dirección frente a la Orquesta Filarmónica de Gran Canaria y una lectura excelente de la Overture Die Geschöpfe des Prometheus, op. 43 y el Concierto para piano y orquesta, núm. 4 en sol mayor, op. 58 de Ludwig van Beethoven, así como de la Sinfonía núm. 3 en La menor, op. 56, “Escocesa” de Felix Mendelssohn.
Maria João Pires se hizo dueña de la sala de concierto y condujo al espectador por los caminos más expresivos del concierto para piano de Beethoven, con un control absoluto de cada sonido, lugar y dirección del contenido y significado musical de la obra. Una suerte de interpretación que permanecerá para siempre en nuestra memoria.
El placer de dejarse guiar por Maria João Pires no sólo se debió a su capacidad de incurrir en la más variada gama de posibilidades expresivas que el piano pueda ofrecer como instrumento, sino también, al control y solidez interpretativa que mostró frente a la obra, su esencia y estructura.
La brillante interpretación de Pires, exhibió indistintamente refinamiento, elegancia, virtuosismo, fuerza expresiva e intensidad. Pires y Pinnock se complementaron para acometer el concierto de Beethoven con abundante energía y dominio.
El calor del público tras la interpretación del concierto, fue correspondido por la pianista con la interpretación de la obra The Prophet Bird de R. Schumann, y así recondujo el caudal de energía mostrado previamente, hacia el intimismo.
La Filarmónica se sumó al éxito del concierto dando lo mejor de sí misma en cuanto a sonido y expresión. Junto a Maria João Pires, la agrupación supo fusionarse con talento a las intenciones interpretativas de la solista, e igualmente lucieron de la mano de Trevor Pinnock en la interpretación de la Overture de Beethoven y más aún al abordar la última pieza del programa, la Sinfonía “Escocesa” de Mendelssohn. En esta última, afrontaron dinámicas variadas muy bien conseguidas y solvencia interpretativa en general. La Filarmónica de Gran Canaria dejó ver que está en buena forma.