Doce Notas

Lucia di Lammermoor inaugura la temporada de la Ópera de Sabadell

opinion  Lucia di Lammermoor inaugura la temporada de la Ópera de Sabadell

Lucia di Lammemoor. Cortesía de la AAOS

Esta nueva producción de Lucia di Lammermoor , a cargo del siempre eficaz Pau Monterde, inauguró la temporada del ciclo “Òpera a Catalunya” de la Asociación de Amigos de la Ópera de Sabadell que, durante los próximos meses, hará circular tres títulos operísticos por distintas capitales comarcales catalanas. Una iniciativa que nunca podremos agradecer bastante a la incombustible Mirna Lacambra, alma y artífice de la divulgación del espectáculo operístico por las tierras catalanas.

La austera producción de Monterde –muy de acuerdo a las restricciones que los presupuestos imponen-, se sustentó en un equilibrado y competente equipo de jóvenes intérpretes solistas, encabezado por la soprano Saioa Hernández. La cantante madrileña, poseedora de un poderoso instrumento, encarnó una Lucia de intensos acentos dramáticos, sólida en lo vocal y muy bien caracterizada escénicamente, culminando su interpretación con una memorable escena de locura. Su amado Edgardo recayó en el habitual tenor de la compañía sabadellense Albert Casals, quien lució una línea de canto elegante y un delicado sentido del fraseo, superando airoso las no pocas dificultades canoras de su papel (con abundantes pasajes en el registro de las llamadas notas de paso). El malvado Enrico fue encarnado con pericia y malicia por otro valor seguro de la casa, el magnífico barítono Ismael Pons, toda una garantía de solidez canora y autoridad escénica.

El trío protagonista fue complementado con la buena actuación del Raimondo de Xavier Aguilar (de vigoroso instrumento aunque de timbre un tanto estentóreo ) y del apuesto Arturo de Marc Sala, así como de los comprimarios Mercedes Gancedo (de grato timbre) y Carles Ortiz en los roles de Alisa i Normanno, respectivamente.

Daniel Gil de Tejada concertó con fluidez y aplomo las voces y el foso, logrando un óptimo rendimiento de la orquesta y el coro vallesanos. Mención especial merece la emotiva interpretación del sexteto del segundo acto, así como la escena final de la muerte de Edgardo.

A finales de este mes, la compañía que lidera Lacambra realizará en Sabadell dos funciones de Orfeo ed Euridice de Gluck en versión concierto, en el que será el único homenaje a este gran compositor germánico con motivo del tricentenario de su nacimiento.

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