Doce Notas

The Hilliard Ensemble cierra en Ávila una etapa de 40 años de trayectoria musical

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The Hilliard Ensemble en la Iglesia de Santo Tomás

La tercera edición del Festival Internacional de Música Abvlensis celebra este año el cuadragésimo aniversario del grupo inglés The Hilliard Ensembleretomando In Paradisum, el referencial registro que esta agrupación grabó en  septiembre de 1997 en el monasterio de St. Gerold, Austria, y que incluye en su programa música del Officium Defunctorum de Tomas Luis de Victoria (ca.1548-1611), y motetes de Giovanni Pierluigi da Palestrina (ca.1525-1594).

El programa se organizó en tiempo y forma como una Misa de Réquiem monódica en la que se intercalaron secciones polifónicas, interpretadas siempre a cappella. Sucesores de la tradición interpretativa inglesa,  esta agrupación de voces masculinas de asombrosa belleza y técnica ofrecieron lo que actualmente denominamos una reconstrucción litúrgica, reviviendo músicas que perfectamente pudieron ser interpretadas en cualquier ciudad española de aquel entonces.

The Hilliard Ensemble son una importante referencia en la interpretación de música del Renacimiento a cappella, tarea ardua y difícil, demostrando en sus excelentes grabaciones una gran calidad técnica e interpretativa. Pero, a pesar del conocimiento que tienen en cuanto a la concepción estética de este repertorio, decepcionaron, sobre todo al principio, sin demostrar ese control técnico del que hacen gala.

El concierto se inició con la segunda lección de maitines del Oficio de Difuntos, Taedet animam meam, que Victoria incluyó en su Officium Defunctorum de 1605. Una musicalización que hace que esta Lectio sea una obra perfecta, con gran expresividad y musicalidad, que el grupo inglés no supo defender, pues al principio del concierto parecían despistados e incómodos con el espacio, incluso algunas partes estuvieron desafinadas, haciendo que su interpretación estuviera por debajo de sus posibilidades.

Sin embargo, habría que destacar la capacidad de interpretación del canto llano, tanto para el Ordinario como para el Propio, de una belleza musical extraordinaria que se cimenta sobre una competencia técnica admirable, unas voces formidables, y la complicidad de años de trabajo en común.

En general, el sonido fue claro y conciso, aunque en algunas ocasiones plano, y falto de expresividad, sobre todo en la interpretación de Victoria, pues las líneas melódicas no estaban del todo limpias costando su inteligibilidad. A veces, daba la sensación que el respeto a Victoria era tal, que las voces se desinflaban. Sin embargo, del abulense escuchamos también los responsorios Libera me Domine y Peccantem me quotidie, que pertenecen a la menos conocida Missa pro defunctis publicada en 1592, los cuales fueron excelentes, condensando una potencia declamatoria y expresiva.

A Palestrina le correspondió los motetes Domine quando veneris, Heu mihi Domine, el salmo Miserere mei Deus, y el responsorio Libera me Domine, que cerró el concierto. El balance tímbrico y sonoro en la mayoría de estas piezas resultó bueno, equilibrado y uniforme, pues parecía que las voces conversaban e intercambiaban diferentes opiniones. Este concierto nos permitió valorar las características comunes de estos dos grandes compositores del siglo XVI, sus semejanzas, y las más que evidentes diferencias.

Habría que subrayar que el ‘bis’ del concierto fue una obra del genial compositor Arvo Pärt, con el que los británicos tienen una relación muy especial desde el año 1988 cuando grabaron de Passio. La obra que interpretaron, Most Holy Mother of God, fue compuesta expresamente para ellos en el año 2003. Sin duda, fue la mejor interpretación de todo el concierto. Además, es una de las obras más significativas para el grupo, pues la repiten constantemente como propina, como ya hicieron en su concierto en el Auditorio Nacional de Madrid en el año 2011 con este mismo programa, In Paradisum.

En resumen, un concierto lleno de muy buenos momentos donde la calidad de las voces, y su sonido limpio y transparente, permitieron reconocer la conexión del contrapunto y el contenido del texto. The Hilliard Ensembleson incomparables y el martes pasado pudieron poner un broche de oro a una de las mejores trayectorias en el panorama de la música del Renacimiento. Solamente quedan palabras de agradecimiento por el trabajo realizado durante todos estos cuarenta años repletos de grandes éxitos y extraordinarias grabaciones.

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