
Tristan und Isolde © Ruth Walz. Opera de París
La leyenda medieval de Tristan und Isolde, que Wagner utilizó para su drama musical en tres actos, estrenado en Munich en 1865, plantea la extrema tensión que lleva a la pareja de amantes protagonistas a romper todas las normas morales y religiosas, poseídos por el hechizo de un filtro fatal.
Durante la presentación a los medios el director de escena, Peter Sellars, subrayó que Tristan und Isolde, «es un proyecto para toda una vida. Es una de las obras más difíciles para los cantantes y el público y un reto para los músicos». «Wagner decía que creaba la obra de arte del futuro e imaginó algo que no podría escenificarse en su época. Vivimos en un mundo nuevo que Wagner casi no podría ni imaginar y solo pudo esbozar.» Sobre la temática de la ópera, Sellars recordó que «no es una tragedia, el sentimiento que plantea no es algo vacío, está lleno de belleza y por eso presento en este montaje, cinco horas de belleza».
Tristan und Isolde traerá al teatro, una vez más, a Marc Piollet, en esta ocasión sustituyendo a Teodor Currentzis, que canceló su participación en la ópera por motivos de salud. Estará al frente del Coro y Orquesta Titulares del Teatro Real, que ha dirigido en C(h)œurs, Don Quichotte y en la reciente producción de L’elisir d’amore.
Para Piollet la música en Tristan und Isolde, «nunca para y se desarrolla con un tratamiento armónico único y diferente que trabaja con el límite de la tonalidad, con una marcada transición de la oscuridad hasta la luz, todo para crear un grandioso viaje emocional de los personajes hacia su final».
El espacio escénico creado por Bill Viola para la obra de Wagner, con el desdoblamiento de los dos protagonistas en figuras terrenales y espectros celestiales, y en su camino desde la purificación hasta la «disolución de uno mismo», ha provocado un enorme impacto en los espectadores desde el estreno de la monumental videoinstalación, que se ha presentado en Los Ángeles, Nueva York, Rotterdam, Londres, Birmingham, Lucerna, Dortmund, Helsinki, Estocolmo y Toronto.
Viola incidió durante la presentación en la unión de los opuestos que se da en la ópera de Wagner y que se ha querido plasmar en el montaje: «La idea de la vida en contraposición a la muerte, la luz y la oscuridad, el hombre y la mujer, son temas que salen del corazón y por eso en Tristan und Isolde trasciende algo que es más importante que la propia vida, es entregarse incondicionalmente a algo que nos supera».
El tenor Robert Dean Smith y la soprano Violeta Urmana interpretarán los papeles titulares, al lado de Franz-Josef Selig (rey Marke), Ekaterina Gubanova (Brangäne), Jukka Rasilainen (Kurwenal), Nabil Suliman (Melot), Alfredo Nigro (un pastor y voz de un joven marinero) y César San Martín (un timonel).
Coincidiendo con las funciones de Tristan und Isolde, el Museo de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando ofrecerá, entre los días 11 de enero y 30 de marzo la exposición Bill Viola [en diálogo], que se articula en torno a cuatro videoinstalaciones del artista estadounidense: Dolorosa (2000), The Quintet of the Silent (2000), Silent Mountain (2001) y Surrender (2001). Las imágenes de Viola dialogarán con obras maestras de José de Ribera, Alonso Cano, Zurbarán, El Greco y Goya, así como con la talla polícroma de la Dolorosa, del escultor barroco Pedro de Mena.