Como una “sensación conjunta” se define el concepto que emplea con el título de Sinestesias. Se trata de un texto científico, profundo, que en ocasiones se torna complejo dejando ver toda una detallada y minuciosa labor investigadora.
Bajo una estructura en cuatro secciones –al más puro estilo de una sinfonía decimonónica– a su vez subdividida cada una de ellas en varios apartados, subyace una división bipartita de la obra. En las dos primeras secciones tituladas “Baudelaire, las correspondencias y la obra de arte total” y “Teorías y utopías sinestésicas”, presenta todo un marco teórico que tiene como punto de partida la figura de Baudelaire. En esta primera sección, Hernández se centra en las diferentes teorías sinestésicas desarrolladas a finales del siglo XIX, las cuales proponían un auténtico modelo de sinestesia no sólo artística sino también en otros campos diferentes al estético tales como la medicina, la fisiología, la física o la psicología cognitiva. Junto a ellas, la autora reflexiona también sobre la teoría de las correspondencias cuyo origen sitúa en la “tradición del esoterismo y la alquimia”.
La segunda mitad de Sinestesias está formada por los capítulos titulados “Sinestesia en el universo creativo del fin de siglo” y “Escenarios de París” respectivamente. Esta sección, de lectura más asequible y quizá más interesante en cuanto a la temática a desarrollar, se presenta como la aplicación práctica del contexto teórico que le precede. Sonsoles Hernández da muestra de cómo afectó el fenómeno sinestésico en las diferentes disciplinas artísticas: poesía, música y artes plásticas. Para desarrollarlas, selecciona dos representantes por cada una de estas artes: Verlaine y Mallarmé, como poetas, Chausson y Debussy, como músicos y compositores y Redon y Denis, como artistas plásticos, centrándose en el estudio de la “intencionalidad del artista” más que en la comparación entre ellos. En el último capítulo, “Escenarios de París”, focaliza su atención en la cuestión representativa atendiendo al doble significado de la palabra “escenarios”, en los cuales se reunía el “público interesado en las novedosas propuestas sinestésicas basadas en los principios de las analogías interartísticas”.
En definitiva, Sinestesias invita a reflexionar sobre un paisaje multisensorial donde las artes se entrelazan y la música es evocada a través de los colores y los versos.