Estamos aquí, pues, ante una de esas novedades bibliográficas de las que hay que congratularse, pues la figura de Alonso Xuárez –también Juárez o Suárez– ha pasado casi totalmente desapercibida por los estudiosos a lo largo del siglo XX –excepciones hay, por supuesto–, siendo quizá su dato más relevante el magisterio que sobre el gran Sebastián Durón impartiese en algunos años de su carrera. Hace ya alguna década Miguel Querol señalaba a Xuárez como uno de los compositores más destacados dentro del polioralismo español del XVII, lo que da muestra de su importancia real, a pesar de que esta ha pasado desapercibida para casi todos.
José Luis de la Fuente Charfolé, musicólogo, compositor, docente, director e intérprete, es un buen conocedor de la figura de Alonso Xuárez, no solo por lo que respecta a este libro sino por otros trabajos previos que lo acreditan, además de un incesante estudioso de la música en la catedral conquense, de la que ha redescubierto interesante documentación musical; por lo que se nos antoja una figura pilar y realmente adecuada para realizar un estudio como el que tenemos entre las manos aquí. En el presente estudio, Charfolé pretende corregir algunos argumentos que él considera inadecuados a la figura de Xuárez y que parece se han ido instalando de manera errónea entre algunos estudiosos, labor que realiza en una breve pero exhaustiva sección donde repasa cómo ha sido tratada la figura de Xuárez en la historiografía española.
El centro de este estudio son, además, los diversos períodos en los que nuestro compositor estuvo como maestro de capilla en la catedral de Cuenca, siendo estos, sin duda alguna, los que marcaron su carrera de manera indefectible. Para todo ello el autor se basa en una serie de documentación que se anuncia absolutamente inédita hasta el momento, localizada en diversos lugares, como el Archivo Capitular de la Catedral de Cuenca y su Archivo Histórico Provincial.
La presente referencia bibliográfica consta de dos partes claramente diferenciadas: una primera en la que se tratan aspectos biográficos de la figura protagonista y otra en la que se tratan los aspectos propios de la edición de las partituras aquí aparecidas. Ambas partes están precedidas de un breve prólogo realizado por Paulino Capdepón Verdú. En la primera de estas partes, que el autor titula Alonso Xuárez: Alma Ecclesiae Conchensis Magistro, encontramos una serie de apartados claramente diferenciados y definitorios de la figura de Xuárez –antes de los cuales hallamos una introducción con las necesarias justificación y metodología utilizadas por el autor en el estudio–. Así se divide su biografía y producción en tres períodos básicos en su magisterio conquense, a saber: inicial [1664–1675]; de transición [1675–1683] y final [1684–1696]. Estos apartados, a pesar de no suponer una aportación excesiva en cuanto al número de páginas, se alza como el estudio más pormenorizado y destacado de cuántos se hayan realizado sobre la figura del maestro conquense hasta la fecha, lo que supone per se todo un hito más que loable.
Para la segunda parte –que supone el grueso de esta referencia– se dejan la edición de los dieciséis motetes policorales compuestos por Xuárez, para cuya transcripción y edición se ha acudido a las fuentes originales –juegos de partituras originales conservados, acudiendo siempre a la copia más antigua en caso de encontrarse más de una de alguna obra–. Consta esta parte de unas concisas notas sobre los criterios de transcripción y edición musical considerados por el autor, así como la correspondiente revisión crítica de los motetes, que aportan los datos fundamentales para que la edición moderna de estas obras sea comprensible para aquellos intérpretes o estudiosos que acudan a ella.
Sin conocer las fuentes originales y basándonos simplemente en lo que vemos y leemos, se nos antoja que estamos ante una edición de interés muy alto, realizada con escrupuloso cuidado y mimo, en la que se cuidan los detalles y que resulta clarificadora para un acercamiento en el siglo XXI de la obra de un compositor del XVII. La transcripción y edición es clara, diáfana, de lectura accesible, y sobre todo bien documentada, acudiendo a tratados de la época o relacionados para el adecuado uso de la semitonia subintellecta, el ámbito de voces, los valores rítmicos, la edición del texto… El autor destaca que si bien no puede ser vista esta edición como partituras corales ad usum, sí que puede resultar absolutamente imprescindible para realizar una interpretación históricamente documentada y fiel de las obras aquí presentadas.
Estamos, por lo tanto, ante una edición de referencia, tanto por lo inédito como por la calidad de la misma, en la que se nos presentan estos dieciséis motetes policorales de Alonso Xuárez –a 2, 5, 7, 8 y 9 partes–, a la par que un estudio biográfico e historiográfico de gran interés y que llena un importante hueco que debía rellenarse. Cabe solamente felicitar a de la Fuente Charfolé por su iniciativa, esfuerzo, dedicación y excelso trabajo, y esperar el siguiente paso, que algunos de nuestros intérpretes más destacados se decidan a interpretar esta música de gran calidad que dormía el sueño de los ¿justos?