En el manifiesto se ha reclamado al Ministerio la obligatoriedad de la Educación Musical en la enseñanza general, con la misma importancia que el resto de asignaturas, y se ha subrayado que la Lomce va a significar «el peor trato dado a la Educación Musical desde su introducción en la enseñanza obligatoria». También subrayan «que los países que obtienen excelentes resultados en el informe PISA dedican mayor número de horas a la música que España».
Oliva García de Paz, representante de COAEM en la Comunidad de Madrid explicó que «la educación musical está amenazada y es preocupante a muchos niveles porque la música es cultura y no se debería dejar de lado. No puede haber una educación de calidad sin educación musical». García de Paz también comparó la situación de España con otros países europeos en los que la enseñanza musical está entre las principales prioridades dentro del sistema educativo, como ocurre por ejemplo en Suiza.
Francisco Almería Serrano, presidente de la FSMCV, explicó que «lo inteligente es tener en cuenta las investigaciones que concluyen que los alumnos que estudian música tienen mejor expediente académico». Almería Serrano concluyó que «creemos en una democratización de la enseñanza musical y su eliminación nos hace caminar hacia un elitismo que se asocia a una ideología muy concreta».
José Luis García del Busto, musicólogo y crítico musical, y Fernando Palacios, pedagogo y director de programas de radio de música clásica, aportaron su experiencia dentro de la vida musical en España. Para García del Busto, «seguimos con un déficit de presencia de la música en la enseñanza general. No todo el mundo distingue a Schubert de Mahler y hay que luchar para que no se pierda todo lo que hemos construido porque la música no es un adorno y si se sigue así no se rebajará la edad media de los asistentes a los conciertos que hoy día es altísima». Fernando Palacios cree que hay «un desinterés de la clase política por la música. Alguien que tiene poder puede no entender la importancia de la enseñanza musical porque no está formado en música y la única forma de evitar que la música se convierta en algo elitista es reconduciendo actitudes».
Todos los miembros de las asociaciones que estuvieron en la presentación coincidieron en que con esta nueva ley se «truncaría una línea de trabajo de 30 años», porque, tal como afirmó Víctor Pliego de Andrés, Catedrático del RCSMM y experto en política educativa, «siempre estamos convenciendo a los demás de la importancia de nuestra actividad, de la eficacia de la música en el ser humano, es un problema que concierne a toda la sociedad. La educación musical es un derecho, no un privilegio y un factor de desarrollo y de futuro». Por su parte, Nicolás Oriol de Alarcón, Catedrático de Didáctica de la Expresión Musical de la UCM, explicó que respecto a la Universidad, cada centro «elabora un plan» y que «no se puede estar sufriendo cambios en las leyes educativas cada vez que cambie un gobierno porque el sistema se resiente».
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