La ciudad de Santiago de Compostela, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, se convierte así, por unos días, en escenario para las músicas del mundo, por lo que habían pasado grupos y solistas procedentes de países como República Checa, Serbia, Turquía o Italia. Además, participará la Real Filarmonía de Galicia y un buen número de grupos musicales gallegos.
La inauguración del Festival tendrá lugar el jueves 21 de marzo, en el Auditorio de Galicia, con la actuación de uno de los más reconocidos coros, The Sixteen, con su director Harry Christophers, acompañado de la Real Filarmonía de Galicia. A partir de ese día, los conciertos se irán sucediendo en varias iglesias de la ciudad, tanto pequeños templos parroquiales como grandes basílicas conventuales.
Destaca la presencia de formaciones y artistas como el violonchelista Jirí Bárta, Ars Antlantica, Accademia del Piacere, el Grupo Instrumental siglo XX, Zefiro Baroque Orchestra, Eloquventia o Neopercusión.
Según sus organizadores, el Festival quiere ser un diálogo musical abierto que transmita un fuerte compromiso intelectual en el marco de un mundo cada día más globalizado. A eso se une la riqueza del patrimonio histórico de Santiago, por lo que al placer de escuchar se une el placer de contemplar. La política de recuperación del patrimonio arquitectónico llevada a cabo en Santiago tiene en esta nueva edición del Festival uno de sus objetivos prioritarios: dotar de una nueva dimensión la impresionante herencia histórica y monumental de los edificios restaurados, convirtiéndolos durante unos días en escenarios de primer nivel.
De forma paralela, el Festival organiza también una actividad de vertiente social, con la inclusión de conciertos en hospitales y en residencias para la tercera edad, a cargo de los alumnos de la Escuela de Altos Estudios Musicales.
Además, y como complemento a la actividad cultural, se organizará la ruta de los Espacios para la reflexión, de manera que un grupo de iglesias permanecerán abiertas durantes los días del Festival, para que vecinos y visitantes puedan trazar su propia ruta, descubriendo el rico patrimonio que atesoran estos templos y las cofradías que en ellas tienen sus sedes.