Desde su creación en el año 2011 el grupo Numen Ensemble ha desarrollado una importante labor en el ámbito de la interpretación de la música del Renacimiento, ofreciendo múltiples conciertos y participando en numerosos ciclos de Música Antigua en toda la geografía española. Bajo la batuta de Héctor E. Márquez apuestan por una excelente selección de obras renacentistas basadas en el Cantar de los Cantares, que siempre ha sido una infinita fuente de inspiración para poetas, escultores, pintores y músicos.
El Renacimiento es sin duda una de las etapas más importantes en la Historia de la música occidental, donde la música era considerada como un arte retórico, expresivo, que llegaba a mover los afectos, alcanzando su punto culminante en el siglo XVI.
A través de la polifonía del Renacimiento y el motete, género por excelencia de la época, Numen Ensemble presenta once exquisitas propuestas. Así encontramos un notable ejemplo de contrapunto en el motete Tota pulchra, del compositor suizo Ludwig Senfl (ca. 1486- 1542-43), representante de la primera generación de la escuela francoflamenca o el motete Nigra sum del compositor francés Jean L’Héritier (ca. 1480- ca. 1551) utilizado posteriormente por el compositor italiano Palestrina en su misa parodia que lleva el mismo nombre.
La policoralidad, muy importante en la época, queda representada por Orlando di Lasso (1532-1594) en Osculetur me, así como la expresividad de Giovanni Perluigi da Palestrina (1525-26 – 1594) en Sicut lilium o la sencillez y elegancia del compositor español Rodrigo de Ceballos (1525-30- 1581) en Hortus conclusus, todos ellos motetes de este género tan particular.
En contraste con las obras anteriores, encontramos un conjunto de piezas más próximas al Barroco, donde predomina la continua imitación, la textura vertical y los contrastes sonoros y rítmicos. Algunos de sus autores emplean el texto en lengua vernácula, aproximándose a la canción sacra o al madrigal espiritual, como es el caso del compositor alemán Melchior Franck (ca. 1579- ca. 1551) en Du bis taller Dinge schön, similar al carácter sacralizado del compositor inglés Thomas Tomkins (1572- 1656) en It is my well-beloved´s voice.
Igualmente sorprenden los dos motetes a cinco voces Surge Propera de Jacob Praetorius (1586-1651), compositor y organista alemán, publicados en 1607 y 1611 respectivamente, siendo probablemente el segundo de ellos un presente del autor para la ceremonia nupcial de algún mecenas.
Por último, no se puede dejar de mencionar a la escuela veneciana de finales del siglo XVI, donde las composiciones policorales o cori spezzati eran célebres en su época y de gran influencia en la práctica musical de otros países. Conjuntamente con el desarrollo de la monodia y la ópera en Florencia, las innovaciones de la escuela veneciana marcan la transición de la música renacentista al barroco musical. Ejemplo de esto es el doble coro de Quam pulchra de Giovanni Gabrieli (ca. 1554-57 – 1612) y el motete a siete voces de Tiburtio Massaino (ca. 1550- ca. 1608) titulado Audi, dulcis amica, en los que el empleo más vivaz del ritmo y la cromatización en las melodías ayudan a subrayar el sentido expresivo del texto.
En definitiva, Numen Ensemble ha conseguido reunir diversos ejemplos de grandes obras basadas en el Cantar de los Cantares, de distinta procedencia y poco frecuentes en los repertorios habituales de grabaciones y conciertos, difundiendo así un repertorio desconocido de una época única como son los siglos XV y XVI.