Doce Notas

15 días con John Cage

hacia el siglo 21  15 días con John CageEste interrogante (¿Cómo interpretar a John Cage?) ha resultado un interesante objeto de debate durante 15 días en Darmstadt[1] gracias a la participación de grandes estudiosos y conocedores de la obra del compositor, quienes han ofrecido una perspectiva teórica y práctica muy controvertida sobre la misma. El contacto directo con estos expertos a través de ponencias, debates, mesas redondas y con la propia obra que ha sido interpretada casi en su totalidad, ha provocado reflexiones y visiones muy contrastantes sobre las que se profundizará a continuación.

John Cage ¿compositor o inventor?

Pese a plantearse este dilema Cage es tema de interés, como avala la multiplicidad de eventos que han tenido lugar durante todo el año 2012 con motivo de su centenario y con objeto no sólo de celebración sino de revisión y reflexión sobre la figura de este compositor y su aportación a la música actual.

Para unos John Cage fue un compositor, o un meta-músico y para otros un inventor. “Tú no sabes cómo pensar armónicamente, entonces tu no llegarás a ser un compositor. Porque la música de occidente está basada en relaciones armónicas” […] “pero sí serás un gran inventor, un genio en este campo”[2] le dijo su maestro Schönberg[3], icono de la atonalidad. Sin embargo, en la obra que nos ha dejado el alumno, hay muestras de esa capacidad innovadora y también de una concepción armónica.

La recepción de este compositor se vincula mayoritariamente a su trabajo e interés por el silencio y su obra 4’33’’ que lo ejemplifica. John Cage no es un desconocido pero al preguntarnos sobre su percepción del sonido o sobre su concepción artística, surge un debate de fondo dados los diferentes campos de interés que cultivó. ¿Era un anarquista, pragmático y experimental?

Rechazó ante su maestro realizar ejercicios de contrapunto, porque esta escritura era para él un camino para la búsqueda de respuestas concretas y él sólo pretendía aportar alternativas, no soluciones. Estas premisas, entre otras vinculadas a su ideología han marcado una visión de John Cage como creador sin rigor compositivo. Al respecto, Klaus Reichert[4] en desacuerdo con esta lectura, señala del compositor la gran capacidad sincrética, de observación y una tendencia creativa que cuida en extremo el detalle. En ocasiones rozando un procedimiento “sin sentido” tal como objetó Boulez respecto al trabajo que estaba realizando en Roaratorio, an Irish circus on Finnegans Wake[5]. Para esta obra quería sonidos irlandeses y para ello buscó un cantante y otros intérpretes de esta nacionalidad que vivían en Nueva York, e igualmente quiso contar con un equipo de sonido que grabara en Irlanda ejemplos sonoros de la lluvia y el viento irlandés.

Su carácter rupturista para con el arte y anarquista favoreció la creación de una concepción sobre John Cage como alguien en pro de abolir las reglas, lo que no significa que no sea riguroso en su sistema de creación o que incluso no aplique reglas en su procedimiento compositivo. El equipo que trabajaba con él en el proyecto de sus Europeras (I y II)[6] para la ópera de Frankfurt, confiesa que se sintieron algo desorientados durante los primeros ensayos de este montaje por las demandas de Cage, que parecían sin una orientación clara, pero fortuitamente visitaron un día al compositor en su casa y quedaron sorprendidos al ver cómo trabajaba. Tenía un modelo a escala reducida de la Frankfurt Ópera para observar en detalle los pormenores de la creación según el espacio del auditorio y contaba así mismo con un programa de ordenador específico para las luces, otro para el sonido, otro para el vestuario, etc.

Por supuesto era un anarquista, como muestra el uso de textos de Thoreau en Anarchy[7] donde todos los anarquistas renombrados de USA estaban mencionados, pero para ello buscó un sistema de organización que sirvió también de base estructural para la obra, la técnica mesostic[8]. Su idea de abolición sí que llega incluso a la figura del director, muchas de sus obras están concebidas para ser interpretadas sin esta guía y así lo especifica en las partituras – además de contar con indicaciones más específicas para los músicos. La interpretación no fidedigna de aquellas obras en las que a pesar de especificar que prescinde del director podemos ver esta figura dirigiendo, podría considerarse una falsificación. Reinhard Oehlschlägel[9] opina que sí lo es, aunque habría que tener en cuenta que el propio compositor lo hizo en ocasiones y que su experiencia con orquestas fue muy escasa y prácticamente nula en Europa. ¿Se está alterando el mensaje de John Cage?

Es sabido que Cage se introdujo en la filosofía Zen y que esta implica la concesión de igualdad a todo lo que está en el mundo y por tanto en una orquesta todos los miembros deberían ser iguales. ¿En la obra de Cage dónde termina la postura Zen ante la vida y toma partida el anarquismo, pragmatismo y experimentalismo? Tal vez se podría considerar que no hay un mapa con delimitaciones y fronteras en sus planteamientos. Él ha sido capaz de profundizar en ideologías y tendencias que iban desde la cercanía del anarquismo americano hasta la lejanía del Zen oriental, para obtener y conjugar sus principios básicos.

El pragmatismo americano de James[10] le llega a Cage a través del filósofo Dewey[11] quien subrayó todo lo práctico desde la vida diaria y desarrolló el llamado instrumentalismo o experimentalismo. Y es aquí donde radican algunos puntos en común entre este pragmatismo y experimentalismo americano con la experiencia Zen que le condujo a enfatizar la libertad sobre un pensamiento fijo y a descubrir el lado pragmático de la mentalidad china.

Pero no sólo de libros y fuentes filosóficas está hecho este creador sino de la aplicación y la experimentación de estas en su propia vida. Según Reinhard Oehlschlägel no es pragmático porque haya sido un lector feraz de libros de filosofía, sino porque la propia experiencia de su vida le ha llevado por esos derroteros. Es más, no estamos muy seguros de que haya leído estas fuentes en su totalidad aunque sí los conocía, pero ¿hasta dónde? El propio John Cage afirmó en alguna ocasión que no leyó esos textos y que sus primeras lecciones en este sentido le vinieron de la propia vida, de algo tan sencillo como del hecho de que él nunca bajaría a la calle en Nueva York y no miraría los semáforos. Para él la experiencia de la vida está ligada a lo que somos de una forma muy natural.

En 1929 vivió la crisis financiera de América y perdió la ayuda económica que tenía para realizar sus estudios. Tuvo que volver a vivir a la casa familiar para sobrevivir y esta situación favoreció contar con tiempo para sí mismo y con un taller en el que inventó todo tipo de cosas. Dedicarse a transformar y reconstruir lo que te rodea en algo que te favorece, trasciende las cosas y contribuye a un desarrollo pragmático. Por esta razón estos aspectos podrían ser de interés para futuros estudios sobre John Cage.

Pretendida Ignorancia

En ocasiones se ha visto en John Cage como un gusto por encubrirse en una pretendida ignorancia. Admitir públicamente que no había leído las fuentes del pragmatismo americano; confesar que no entendía ni una palabra del libro de James Joyce[12] pero que le gustaba mucho al igual que le gustaba la luna, el sol y las estrellas y tampoco entendía nada sobre ellas; dar a conocer que meditar para él consistía en regar sus 261 plantas; su sentido del humor en todas las conversaciones que tenía, etc., han servido de base, entre otros datos, para que algunas posturas actuales describan a John Cage en relación a su capacidad verbal y de transmisión, como simple. Y por extensión esta visión llega a su manifestación artística.

Hermann Danuser[13] no cree que el sentido del humor de John Cage deba contrarrestar seriedad para interpretar su música o estudiarla. Siempre fue visto como el colega divertido, se reía al hablar de sí mismo y en todas las entrevistas el humor estaba presente tanto por sus propias risas como por la forma humorística que tenía de dar respuestas.

Le gustaba jugar con las palabras y a su vez era muy pragmático con su uso. Pasaba del uso de la elaborada técnica mesostic a resolver un problema idiomático como sea. “ Just do it as you can!”[14] dijo a la traductora de su obra, Klaus Reichert, al presentarle los problemas que generaba la traducción del inglés al alemán. ¿Es esto un ejemplo de ignorancia, desinterés o simplemente es dejar hacer y confiar en la labor del intérprete? ya sea este el caso del texto como en la interpretación musical. En Freeman Etudes[15], encontramos otro ejemplo de dualidad entre la concepción exigente de la obra, «practicality of the impossible”[16] según el autor, en la que especifica que se toquen tantas notas como se pueda. La obra completa es de una gran complejidad compositiva, interpretativa y de escucha. Irvine Arditti es uno de los intérpretes que puede dar fe de ello y su opinión al respecto es que “dar todas las notas es completamente imposible”, sin embargo, tras una interpretación de este violinista, J. Cage dijo al respecto que sí las había tocado todas -aunque Arditti estaba en desacuerdo total.

Tradición occidental: ¿Un lugar propio para John Cage?

John Cage reconoce claramente la circunstancialidad o aleatoriedad de la experiencia humana e hizo de ello su proyecto artístico, así su aportación al arte parte de sus propias reflexiones y conclusiones ante la vida. Esta postura ayuda a Hermann Danuser[17] a determinar que la postmodernidad empieza con John Cage “si uno está convencido de que la postmodernidad pudo sólo existir como un resultado de la modernidad y viceversa, uno alcanza la conclusión de que Cage fue postmoderno”. Sin embargo, siguiendo la línea de pensamiento de Schönberg, Frank Schneider[18] se plantea si John Cage tiene un lugar o no en la tradición occidental, o en todo caso “One should really build new venues for him”[19].

Los parámetros que Cage introduce en su concepción artística, resultan ser muy trascendentales y por tanto más propios de culturas orientales, para algunos estudiosos. Es el caso del uso del sonido y su valor intrínseco para conseguir transmitir paz al oyente, o la necesidad de crear espacios trascendentales. Por todo ello, para Schneider, este creador norteamericano representa una gran alternativa a cualquier hermetismo y ayuda a renovar nuestros pensamientos pero no puede ser observado desde la percepción occidental de la música.

La complejidad que supone identificar la estética de Cage dentro de los paradigmas de la tradición occidental de la música, podría ser tomada positivamente por el propio compositor dado su inclinación hacia la innovación y apertura de nuevos caminos. La opción de no poder ser incluido o descrito dentro de una colectividad ya existente sino como algo único o al menos como un ejemplo que supone una alternativa a lo ya existente, representa uno de los valores propio de todo inventor, la originalidad, y como compositor John Cage ha dejado verdaderas muestras.

Interacción. Entorno-contorno en John Cage

Compositor, intérprete y audiencia interactúan en la obra de Cage. Además de este trinomio interactivo habría que tener presente que la música de este compositor envuelve también otros aspectos relevantes para él como el texto musical y verbal, la imagen y el efecto visual, entre otros. Por esta razón no puede encontrarse una sola respuesta a la pregunta de ¿qué es J. Cage, inventor, compositor, algo más o algo menos? Cage es muchas cosas y ha influido no sólo en cómo crear la música, en cómo pensarla, cómo entenderla, disfrutarla, sino en la propia noción de qué es la música. Cage experimentó con muchos campos y con todos los parámetros posibles.

Según Rolf Riehm[20] la inspiración del compositor viene determinada por la participación en diferentes situaciones en la vida y las reacciones que se tienen a las mismas, es decir la interacción con lo que nos rodea. Él trata de expresar sus estímulos según construye el presente sobre el presente, sin un objetivo particular. La interacción con los elementos del entorno afecta en el caso de John Cage hasta la propia concepción de la obra, la cual es sometida a un continuo proceso de cambio que demanda a su vez una nueva forma en la percepción.

La filosofía Zen ha influido mucho en su música y por ello podría aplicarse al proceso de escucha de su obra. Esto sería acercarse a la música no desde la concentración en la atención de algo concreto sino desde la pérdida de esta. Sólo a partir de ese momento de no-control seremos capaces de captar aquellos sonidos no intencionales, lo que interactúa, ocurre y transcurre durante una interpretación musical. Es el ejemplo de su obra 4’33’’ en la que además se presenta explícitamente por primera vez en la historia el silencio de la obra y el sonido de lo que acontece.

La sensualidad de la música de John Cage

El sonido en sí mismo, la capacidad de una obra para llamar tu atención, la belleza intrínseca que envuelve la interpretación o la creación sonora y muchas otras cualidades de la música hacen de ella que sea o no sensual. “Esto ocurre en el momento cuando yo olvido la música escrita y se convierte en sonido” según Michael Kasper[21] y desde esta perspectiva se puede contemplar también la interacción de los intérpretes con la música. En cuanto a los oyentes, son muchos los textos de Cage sobre la música experimental en los que deja constancia sobre la relación existente entre el corazón de la música y el de los oyentes. Si hay reacción emocional, hay sensualidad en la música.

La desnudez del acontecimiento sonoro es sensual en sí mismo, pero no todos nos sentimos atraídos por las mismas cualidades físicas o intrínsecas de los acontecimientos sonoros. En el caso de la música el oyente podrá percibirlo gracias al intérprete. Si consideramos la partitura como un mensaje del compositor, podríamos contemplar la necesidad de una interpretación preconcebida en todo performance como un intento de entendimiento por parte del intérprete.

Ser el transmisor de la idea implícita en una obra musical no es fácil, es una responsabilidad y sólo si captamos el mensaje y la posible sensualidad de la música, podremos transmitirla. Este es uno de los factores que diferencian la actividad de cada uno de los partícipes del trinomio interactivo de la experiencia musical: el intérprete puede ir conociendo la obra mejor en cada aproximación a la misma – aunque en la mayoría de las ocasiones de la música de hoy sólo haya lugar para un estreno. En cualquier caso la profundidad y el tiempo de contacto con la pieza son decrecientes si partimos de la dedicación que conlleva la creación – meses, un año…-, las semanas que emplea el director en el caso de que lo haya, las horas que dedica un músico y los minutos de contacto final con los escuchantes. En cualquiera de los niveles, coincidimos en la necesidad de aprender a experimentar la música de John Cage.

La escucha es algo activo que precisa del tiempo y el espacio propio de la música que acontece, pero no sólo se comparten estos aspectos sino también la energía que se produce, el feedback entre todos los miembros que forman parte de la actividad, mensaje, intérprete y oyente. Si no hay interacción, no se percibe la sensualidad.

Indeterminación y no-intencionalidad

Para Cage la música carecía de propósito concreto y cerrado al que dirigirse y esto le llevó en ocasiones a no establecer relaciones fijas entre los sonidos y a una elección del propio material que responde a la arbitrariedad e indeterminación. Tal vez por esta razón no es tan accesible el acercamiento a la música de John Cage ¿hemos aprendido a escuchar sonidos de forma aislada o en conexión? La tradición occidental, entre otras, nos ha guiado por una escucha de continua relación y de lo que podemos estar seguros es de que Cage demanda del oyente una actitud totalmente diferente a la tradicional. Esto es algo que cualquiera, inmerso en la tradición occidental de la música, no puede conseguir en primera instancia.

John Cage no tiene intención de continuar con el desarrollo desde la tradición musical. Esto es lo que el propio Schönberg debió ver en él como alumno al rechazarlo, –su distanciamiento de la base de la percepción y creación de la música occidental, es decir el sentido armónico. Pero ¿qué es continuar con la tradición o el desarrollo desde esta? hay muchas técnicas compositivas nuevas e individuales pero igualmente se conocen las técnicas existentes y estas no cambian cada día.

El fenómeno meta-musical de John Cage en ocasiones se entremezcla con el concepto de globalización y esto puede provocar un camino diferente para la reflexión sobre él. Si partimos de la globalización podríamos desviarnos hacia la búsqueda de la implicación histórica de cada material usado y tal vez, en el acercamiento y comprensión de la obra de Cage no se debiera buscar si existe o no una continuidad desde esta perspectiva.

Construyendo el presente sobre el presente, como apuntaba en párrafos anteriores Rolf Riehm, también se produce una continuidad y evolución sólo que el punto de partida es la realidad de cada uno, y ésta en ocasiones puede ser intencionadamente indeterminada o no. En John Cage la concepción del arte es meta-musical y así debería ser abordado, para llegar a la raíz de su creación y entender que puede leerse una continuidad dentro de la creación musical, siempre y cuando entendamos que esta es variable y diferente según el punto de partida de cada creador y no de la tradición.

Sus innovadoras posturas ante la música favorecieron por un lado, el no entendimiento de su línea de pensamiento creativo y distanciamiento del público, pero por otro, se le vio como sinónimo de ruptura, libertad, anarquismo, renovación y así se convirtió en un estandarte importante para algunos que buscaban en la figura de John Cage un vehículo para la provocación. Este es el caso de la presencia del compositor en el entorno de la RDA[22], donde no puede considerarse que hubo verdadero interés musical en él hasta los dos últimos años de la RDA, según Frank Schneider.[23]

La recepción a la que se ha hecho alusión hasta el momento, ha sido desde el punto de vista de su interpretación y escucha. La parte que concierne a la crítica o incluso desde una percepción de estudio musicológico, no ha sido llevada a cabo con suficiente profundidad. El tratamiento de la música contemporánea aún está por desarrollar y sobrepasar los límites de la teoría y de la crítica o notas al programa de una première. En el caso de la obra de Cage, la creación musical ha sido concebida y por tanto abordada desde diversas perspectivas y disciplinas, pero esto ha generado una diversidad de estudios con enfoques aislados. Estos son necesarios y de gran interés, aunque también contribuyen a la no concreción, si no se trata de establecer relaciones entre ellos y lograr una visión conjunta de la obra.

Penetrar en el entendimiento de la obra, a pesar de la propia complejidad que en este sentido propone Cage por abordar su creación desde diversas disciplinas, es un reto. Pero también es cierto que la idea de la diversidad estética que caracteriza el arte del siglo XX y XXI empaña la realidad de un conocimiento profundo de las técnicas compositivas existentes que se someten a continuas transformaciones.

Esta reflexión sobre John Cage, deja en evidencia que aún hoy nos preguntemos si era compositor o inventor y que no hay una percepción clara u homogénea de él. Algunos lo rechazan como un icono de la composición musical del siglo XX y sin embargo, aquí seguimos reflexionando y escribiendo sobre él, debatiendo sobre sus aportaciones y concluyendo que reconocemos sus grandes aportaciones a la música, interpretación y concepción del sonido. Pero que aún nos seguimos preguntando “How to perform John Cage?” y así se justifica el título bajo el que se dieron encuentro y diálogo durante 15 días en Darmstadt debates y encuentros para profundizar en la figura de este compositor.


[1] 46. Internationale Ferienkurse für Neue Musik. [46. Curso Internacional de verano para la Nueva Música] Darmstadt, (14-28 de julio de 2012).

[2] Reichert, Klaus. “How to perform John Cage?” Conferencia pronunciada el 16 de Julio de 2012 en el 46. Internationale Ferienkurse für Neue Musik, Darmstadt (14-28 de julio de 2012). Fue profesor de estudios germánicos en Frankfurt y actualmente es investigador de John Cage. Traductor de Empty Mind, publicado el 13 de agosto de 2012 por Zimmermann, W. y Knott, M. L. (ed.). Frankfurt: Suhrkamp.

[3] Musicólogos como Dahlhaus y Rudolf Stephan tenían serias dudas sobre si John Cage había tomado lecciones con Schönberg, sin embargo Klaus Reichert, estudioso de John Cage y el musicólogo Frank Schneider lo afirman.

[4] I.q. nota 1.

[5] Obra de radio basada en el libro del irlandés James Joyce Finnegans Wake.

[6] Cinco trabajos operísticos concebidos con este mensaje del autor: «For two hundred years the Europeans have been sending us their operas. Now I’m sending them back», [Durante doscientos años los europeos han estado enviándonos sus óperas. Ahora yo las devuelvo.]

[7] Es una cita del ensayo Del Deber de la Desobediencia Civil de Henry David Thoreau.

[8] Tipo de poema o tipografía que inserta frases verticalmente en un texto horizontal. Usado en muchas de sus composiciones: Anarchy; Roaratorio: An Irish Circus on Finnegans Wake; Marcel Duchamp, James Joyce, Erik Satie: An Alphabet, etc.

[9] Oehlschlägel, Reinhard.“How to perform John Cage?”. Conferencia pronunciada el 21 de julio de 2012 en el 46. Internationale Ferienkurse für Neue Musik, Darmstadt (14-28 de julio de 2012). Editor del periódico MusikTexte. Fue editor musical en la radio Deutschlandfunk de Colonia y de los periódicos Frankfurter Rundschau y Frankfurter Allgemeine.

[10] William James (1842-1910), filósofo y psicólogo americano, referente del pragmatismo americano.

[11] Dewey, John: Art as Experience.1934. [El arte como experiencia. Barcelona: Paidós, 1934.]

[12] Finnegans Wake de James Joyce fue escrito en París durante quince años y se publicó en 1939.

[13] Danuser, Hermann. “How to perform John Cage?” Conferencia pronunciada el 25 de julio de 2012 en el 46. Internationale Ferienkurse für Neue Musik, Darmstadt (14-28 de julio de 2012). Profesor de musicología en la Universidad de Humboldt en Berlín desde 1993.

[14] Traducción al español: “¡Hazlo como puedas!”. En: Reichert, Klaus. I.q. nota 3.

[15] Cuatro libros de estudios para violín con un total de 32 estudios.

[16] “These are intentionally as difficult as I can make them, because I think we’re now surrounded by very serious problems in the society, and we tend to think that the situation is hopeless and that it’s just impossible to do something that will make everything turn out properly. So I think that this music, which is almost impossible, gives an instance of the practicality of the impossible”, [Son intencionadamente tan difíciles como los puedo hacer, porque creo que ahora estamos rodeados de serios problemas en la sociedad, y tendemos a pensar que la situación es desesperante y que es imposible hacer algo para que todo termine adecuadamente. Así que creo que esta música, que es casi imposible, sirve como un ejemplo a la viabilidad de lo imposible]. En: “Programa 14. John Cage: Freeman Etudes” del 20 de noviembre de 2012, En: Huddersfield Contemporary Music Festival [Festival de Música Contemporánea de Huddersfield] (16-25 de noviembre de 2012).

[17] I.q. nota 12.

[18] Fue director del Konzerthaus Berlín hasta 2009. Es musicólogo y cronista de música moderna.

[19] Traducción al español: “Uno debería crear un lugar propio para él”. En: “How to perform John Cage?”. Conferencia pronunciada el 17 de julio de 2012 en el 46. Internationale Ferienkurse für Neue Musik, Darmstadt (14-28 de julio de 2012).

[20] Riehm, Rolf. “How to perform John Cage?” Conferencia pronunciada el 20 de julio de 2012 en 46. Internationale Ferienkurse für Neue Musik, Darmstadt (14-28 de julio de 2012). Compositor y oboísta. Profesor de composición en Musikhochschule Frankfurt.

[21] Kasper, Michael. “How to perform John Cage?” Conferencia pronunciada el 20 de julio de 2012 en 46. Internationale Ferienkurse für Neue Musik, Darmstadt (14-28 de julio de 2012). Chelista en Ensemble Modern.

[22] República Democrática Alemana.

[23] “Yo estoy orgulloso de que nosotros publicásemos la primera entrevista con Cage en una revista de la RDA. La RDA quería todo centralizado, sólo quería una revista de música. Udo Zimmermann hizo muchas cosas que no fueron tan buenas, pero él quería distanciarse de la idea de una revista estatal a favor de una publicación donde uno podría discutir libremente. Cuando habíamos publicado el número 4 de la revista Positionen, la RDA había muerto – el editor incluyó un folleto anunciando que la revista estaba cerrada ahora por la lamentable dirección política no-socialista. Pero verdaderamente este fue un importante factor para introducir a Cage en el discurso, y es bueno que hubo al menos un elemento en este sentido en el Este, como la revista MusikTexte en el Oeste”. En: “How to perform John Cage?” Conferencia pronunciada el 17 de julio de 2012 en 46. Internationale Ferienkurse für Neue Musik, Darmstadt (14-28 de julio de 2012).

 

 

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