Doce Notas

Exposición sobre Teatro infantil de la Cía LaSal

El gran traje, uno de los montajes que se puede ver en la exposición

El repaso comienza con un panel donde se explicita el ideario del colectivo y su concepción del teatro infantil. A continuación, seis módulos de fotografías de otros tantos espectáculos glosan las aventuras creativas y representativas de El gran traje (2002), Aguaire (2004), La vieja durmiente (2006), La voz se me hace agua (2008), Lalú (2008) y Soy solo (2010).

Cada una de los paneles se ilustra con un objeto escenográfico que singulariza los montajes, como las redes y el gorro de unos de los pescadores de Aguaire, historia de amores difíciles, que no imposibles, entre un pescador y un pez; el sombrero vaquero de Soy solo, pieza que busca desdramatizar el sentimiento de soledad y miedo que los niños experimentan cuando los padres apagan la luz; cajas con muestras de agua de La voz se me hace agua, encargo de la Expo Universal de Zaragoza; o un puñado de sal presente en Lalú, espectáculo para niños de hasta 3 años que juega con luces, sombras y reflejos.

Asimismo, en la muestra se presenta la escenografía de El gran traje, de dos metros de altura, realizado en látex. La obra, premiada en Palma del Río en las categorías de espectáculo, dirección, vestuario, actriz y escenografía, relata la historia de una pareja y a sus animales: perro, gato y pájaro, que habitan un enorme traje tan ancho como una casa y con bolsillos tan grandes como habitaciones.

La exposición se completa con carteles originales de las piezas, como la aportación del fallecido escritor e ilustrador de literatura infantil argentino Pablo Prestifilippo para El gran traje, el trabajo creativo de Maruja Gutiérrez, de la compañía Titiritrán, para La vieja durmiente, y el dibujo original de la ilustradora Elena Díaz Frutos para Aguaire.

LaSal, 10 años con el público más joven
Referente en España del teatro para los más pequeños, LaSaL son responsables de un trabajo que enaltece las artes escénicas concebidas para todos los públicos. La compañía desarrolla fichas pedagógicas de sus propuestas, dialoga con su público en coloquios después de las funciones y lleva el teatro al comedor de las escuelas y al hall de los colegios. “Creemos en otra forma de hacer teatro para niños, no nos limitamos al hecho escénico”, resume su responsable de distribución, Piru Gómez Queralt.

Minuciosas, las obras que realiza la compañía se nutren de un humor inteligente y estimulante para los críos. “Decantarnos por este género fue una decisión muy pensada. El teatro infantil no es casual ni oportunista: los niños son más espontáneos y sinceros”, argumenta Piru. No obstante, sus propuestas se caracterizan por estratificar en capas de lectura para llegar a todos los públicos.

En estos 10 años de experiencia, LaSal ha impreso un sello propio a toda su producción, ya que la autoría y dirección de los montajes siempre han recaído en la misma persona, Julia Ruiz. De talante poético, la creadora reivindica no sólo el lenguaje oral, sino otras formas de comunicación para estimular a los críos, como la música, la magia y los juegos de palabras.

En estos momentos, se encuentros embarcados en un nuevo proceso de producción, “e igual de ilusionados, porque en este oficio hay que mantener el optimismo”. Contemplar la exposición les ayuda a hacer balance: “En la vorágine del día a día nos dejamos absorber, pero verlo todo te transmite la sensación de trabajo bien hecho”, finaliza Piru.

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