El guitarrista francés Lehzar Cherouana sabe bien lo que es ganar uno de estos concursos. Sus primeros triunfos le llegaron en Cezeriat y Bartoli, tras terminar con honores sus estudios en el Real Conservatorio Superior de Música de Madrid, en el Mozarteum de Salzburgo y en el Conservatorio de Klagenfurt (Austria). Además de conseguir graduarse con honores en el Festival Andrés Segovia, el Premio Segovia en el Festival de Música en Compostela, el Segundo Premio en el Concurso de Elche, el Primer Premio en el Concurso juvenil José Tomás de Petrer en 2009 y el Primer Premio en la primera edición del Concurso Internacional de Guitarra de Sevilla en 2010.
La discográfica Ibs, en colaboración con el Departamento de Musicología de la Universidad de Granada realiza una estupenda grabación, en un marco idílico; un rincón de ensueño de los muchos que tiene Granada. Como protagonista, la guitarra de Lehzar Cherouana, que aunque con un repertorio poco novedoso, realiza un espléndido recorrido por la obra para guitarra solista a comienzos del pasado siglo. El lugar; uno de los baños árabes de Granada, el Hammān Al-Yaouza (Baño de Nogal), o El Bañuelo, como es más conocido en la ciudad. Un evocador vestigio del pasado árabe granadino que envuelve al guitarrista entre columnas, arcos, bóvedas y caprichosos tragaluces en forma estrellada y octogonal.
No resulta injustificada la elección de este paraje, pues tan impresionante construcción otorga a la grabación una especial pureza, transparencia y brillantez; un ambiente sonoro que obtiene su reflejo de las cuerdas de la guitarra y lo proyecta en el espacio adquiriendo una reverberación única que nos acompaña durante toda la grabación.
El atenuado sol de la tarde atravesando las bóvedas y mostrando arbitrariamente su sello de luz a lo largo de la estancia da como resultado una estampa inigualable, y de ahí surge el título para tan especial disco: Soirée dans Grenade, título que otorgara Claude Debussy a la obra que inaugura una serie de trabajos inspirados en Granada (aún a pesar de que el músico francés nunca pisara suelo granadino), a la que seguirían La Puerta del Vino (Preludes II, 1913) e indirectamente Iberia (Images pour orchestre, 1908); y cuyo motivo aparece citado por Manuel de Falla al final de su Homenaje, pour le tombeau de Debussy, pieza que abre el presente disco.
Tras ella, obras como Sevillana, de Joaquín Turina; la Sonata del malogrado Antonio José; Junto al Generalife y Elogio de la guitarra de Joaquín Rodrigo; acompañadas de la inusitada Souvenir d’un reve (Un sueño en la floresta), del paraguayo Agustín Barrios “Mangoré”. Piezas, de un modo u otro, indispensables en un itinerario establecido que tiene como prioridades la guitarra española e hispanoamericana y la evocación granadina y andaluza.
Una oportunidad como ésta no es para desaprovecharla, y Lezhar Cherouana demuestra a lo largo de este recorrido su depurada técnica, que logra emocionar incluso en pasajes de gran dificultad. A pesar de su juventud transmite desde el primer momento su gran madurez y su virtuosismo interpretativo, con un sonido profundo, rico y lleno de matices que aportan al repertorio elegido una nueva y refinada visión.