Doce Notas

La Bohème en tiempos revueltos

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'La bohème' © Tato Baeza/Palau de les Arts

Lejos quedan aquellos tiempos en los que el antiguo presidente de la Generalitat Valenciana, Francisco Camps, apartado de la vida política por su implicación en la trama Gürtel, exclamó con ingenuo orgullo: “Valencia será un referente internacional en el mundo de la ópera.” La cruda realidad, por contra, sitúa a los 284 empleados ante un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que puede afectar a un 40 % de la plantilla.

Estas medidas, innecesarias, según el colectivo, podrían significar un primer paso hacia la puesta en marcha de CulturArts, un nuevo ente público que a partir de 2013 integrará a todos los organismos autonómicos relacionados con la música, la danza, el teatro y el cine. Miembros del comité de empresa del auditorio han mostrado su desacuerdo con esta centralización, en la que ven la parcial privatización de algunos servicios y la eliminación de puestos de trabajo como consecuencia de la reducción de presupuestos. Mientras tanto, en el interior de la sala y a poco de comenzar la representación, la propia OCV se sumó a la protesta tocando fragmentos de La Bohème, similar a como ya lo hiciera con Rigoletto, ópera que abrió la presente temporada.

Esta nueva producción llevada a cabo al alimón con la Ópera de Filadelfia recrea los ambientes del libreto original, pero empleando tecnologías de vídeo-creación inspiradas en cuadros impresionistas del Museo de arte de Filadelfia como, por ejemplo, el lienzo Tras la falta de Jean Beraud. De ahí surgió una lectura nostálgica que, sin embargo, supo distanciarse de sentimentalismos, gracias a la buena labor del director de escena Davide Livermore, inspirada en la película Los sueños de Akira Kurosowa. El debut de Riccardo Chailly frente a la OCV fue todo un éxito y augura lo mejor para los conciertos sinfónicos que aún ha de dirigir en diciembre tanto en el coliseo valenciano como en el Auditorio de la Diputación de Alicante (Novena de Beethoven). Excelente fue también el reparto encabezado por la soprano israelí Gal James (Mimí) y el tenor venezolano Aquiles Machado (Rodolfo), al que ya conocíamos de anteriores visitas.

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