El aliciente máximo de esas representaciones del gran clásico mozartiano consistía en la presencia de la Filarmónica de Berlín y, al frente, su titular, Simon Rattle. Por su parte, esa presencia de los fabulosos músicos berlineses era lo único que quedaba de un ambicioso plan por el que el Teatro Real habría programado tres óperas con los mismos protagonistas y la coproducción del Festival de Salzburgo. Las otras dos, Carmen y Parsifal ya se habían quedado por el camino de la crisis. Pero se contaba con salvar La flauta mágica.
Y la triste realidad es que tampoco ha podido ser. La retirada de una aportación del Ayuntamiento de Madrid de 500.000 euros ha sido decisiva para que el proyecto resulte inviable.
Pese a todo, el equipo del Teatro Real ha decidido aprovechar la gira de los berlineses para programar, en sustitución, tres conciertos con la Novena Sinfonía de Beethoven y los mismos protagonistas artísticos, la Sinfónica de Berlín, Simon Rattle y los solistas Camila Tilling, Nathalie Stutzmann, Joseph Kaiser y Dmitry Ivaschenko. Serán los días 26, 27 y 28 de junio. Con ello se ahorran la indemnización por incumplimiento de contrato y permiten a los espectadores que así lo deseen escuchar al menos a una orquesta excepcional que no es ya frecuente que nos visite.
En la rueda prensa de hoy (21 de noviembre) convocada por los responsables del Teatro Real se han apuntado estas razones y no pocas y justificadas quejas respecto a la sangría que esta significando la subida del IVA en el ánimo de los espectadores operísticos.
Otro aspecto reseñable de esta actuación paliativa es que el Coro del Teatro Real actuará conjuntamente con los berlineses mágicos en la obra cumbre del sinfonismo beethoveniano.