La dictadura del pulgar en alto

La red, los foros sociales, los blogs –por supuesto– asemejan también a menudo un bazar de reconocimiento social, donde uno debe derrochar muestras de apoyo a los amigos, a los de verdad por así decirlo y a los agregados facebook. De forma cien por cien altruista o para poder recibirlo después. Derrochar para ser derrochado después. Camaradería obliga. Hay quien cuenta las visitas de su web, otros los amigos del facebook y otro los pulgares en alto. Es casi inevitable no cultivar un cierto nivel de narcisismo en unos tiempos donde el individuo es más individuo que nunca y también más invisible que nunca.

Con nuestros blogs, tweets, pasa lo mismo con las audiencias… Tantos clicks positivos tienes tanto vales. Hemos convertido nuestra existencia digital en un share constante, en un referéndum sin descanso. Facebook nunca duerme, nunca descansa.

Si no se ha inventado ya, alguien estará en ello. Me refiero a una aplicación que permita dar un sí, un pulgar en alto masivo a todos los contactos facebook, a todas las paridas o mensajes más o menos interesantes que nos manden sin perjuicio de que las leamos o no. He aquí la dictadura de la audiencia. No importa si ven o no tu programa, leen o no tu web, lo importante de verdad es que la zappeen, o que la cliquen para el caso que nos ocupa.