Doce Notas

Fallece Elliott Carter cinco semanas antes de alcanzar los 104 años

Nacido en 1908. Estudió música en la Horace Mann Hight School de New York y, más tarde, en la Universidad de Harvard con maestros como Walter Piston y Gustav Holst. Conoció a compositores  como Charles Ives y Henry Cowell y se familiarizó con la vanguardia musical de esos años, Ruggles o Varèse. En 1932, Carter se desplazó a París donde estudió durante tres años con Nadia Boulanger.

Tras este periodo “dulce” e inspirador, Carter compuso una serie de obras marcadas por un  neoclasicismo luminoso. Gradualmente, comenzó a colaborar con lo más granado de las instituciones musicales de su ciudad natal. Dio clases en centros tan prestigiosos como Queens College de New York, Yale University, Juilliard School of Music, o Cornell University, Carter.

A partir de los años cincuenta, su escritura musical se enraíza con la escritura moderna emanada de Europa hasta alcanzar un refinamiento que no ha parado de crecer, a lo que se añade su extrema fertilidad hasta los últimos momentos de su vida. Consiguió dos premios Pulitzer por dos de sus cuartetos de cuerda, el segundo en 1960 y el tercero en 1973.

Elliott Carter ha sido definido como el más europeo de los compositores americanos y ha desarrollado un pensamiento complejo en el uso del ritmo, creando un mundo propio que parece coincidir con la confluencia de ritmos de la vida urbana del siglo XX. Quizá, recuperando ese simultaneísmo de quien hace casi un siglo soñó también con los conflictos rítmicos y sonoros fruto de la eclosión moderna: Charles Ives.

Es asombroso constatar que Carter nació al día siguiente de Olivier Messiaen (que lo hizo el 10 de diciembre de 1908), o que era cuatro años mayor que John Cage, al que hoy se le recuerda por su primer centenario.

En Europa, Carter ha gozado de un reconocimiento amplio y caluroso. Ha recibido los premios Ernst von Siemens y el de la fundación monegasca Prince Pierre. Ha sido también nombrado Comandante de la Orden de las Artes y las Letras en Francia.

En España, por ejemplo, Carter fue reconocido con una Carta Blanca de la OCNE en 2008, año de su centenario, evento que permitió a numerosos aficionados familiarizarse con parte de su extensa producción; una producción que contiene más de 150 obras con importantes series de sinfonías, cuartetos de cuerda y una apabullante lista de obras de cámara que han ido saliendo de su taller sin desmayo ni pérdida de vitalidad hasta los últimos meses de su vida. Es también autor de una ópera, What Next, escrita en 1998 (a los noventa años), con libreto de Paul Griffiths y encargo de Daniel Barenboim con destino a la Staatsoper de Berlín.

Con su muerte, parece que el siglo XX queda definitivamente atrás, mientras que su obra se prepara para el juicio de los tiempos venideros. Descanse en paz el compositor que parecía inmortal.

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