Bajo la dirección de Yayo Cáceres, en este viaje de ida y vuelta, desde el Siglo de Oro hasta la actualidad, la folía (locura, en francés) abre un diálogo entre lo clásico y lo contemporáneo con humor, la emoción de la música en directo y la belleza del verso. Los textos y la música original se entrelazan con fragmentos, referencias, personajes y versos de la tradición del teatro clásico español e universal.
Ron Lalá presenta una visión profunda y viva del teatro clásico, un homenaje, un juego, un desafío y un cóctel de carcajadas para todo tipo de espectadores. Sería el viaje al pasado de unos ‘cómicos de la legua’ (especie de juglares de la Edad Media y de la época de auge de los corrales) del siglo XXI.
«Los ronlaleros» recrean las estructuras, personajes, situaciones, métricas y ritmos del entremés tradicional, para imprimirles un carácter contemporáneo y, a la vez, homenajean numerosas obras, escenas, poemas y fragmentos de los grandes autores de los siglos de oro, tanto español como europeo.
Se trata de un tipo de espectáculo abierto, directo, burlesco y dinámico, a la vez culto y popular. Una función de algo más de una hora de duración en la que se suceden, a ritmo vertiginoso, los diversos estilos teatrales, textuales y musicales que conformaron las señas de identidad del teatro español, inglés, italiano y francés, enfocado desde un prisma contemporáneo.
El material musical, compuesto íntegramente y arreglado por los ronlaleros Yayo Cáceres, Juan Cañas, Miguel Magdalena y Daniel Rovalher, está marcado por la impronta de un eclecticismo sonoro que se mueve entre la cita histórica (la música popular áurea que se escuchaba en los propios corrales) y las canciones y música incidental de diferentes estilos.
La dramaturgia es creación colectiva original de Ron Lalá, que se ha inspirado en un amplio abanico de entremeses, piezas breves, textos y documentos de diversa procedencia, tanto culta como popular. Están presentes desde Lope de Rueda a Molière, pasando por Lope, Calderón, Cervantes y Shakespeare, así como otros clásicos menos representados y un amplio material de raíz popular o anónima, como cancioneros o romances de ciego.