Organista, improvisador, compositor, pedagogo, Escaich preparó esta obra para el aniversario de Bach, en 1985, con solo veinte años. Se trata de una obra para orquesta de jóvenes que mantiene toda su carga de novedad y atractivo de cara a los grupos orquestales de estudiantes. Es una obra escrita para dos flautas, trompeta, dos violines solistas y cuerda y su textura musical es un auténtico homenaje a Bach, contrapunto elaborado, estética neoclásica, figuración musical en el estilo del maestro y, sobre todo, una cuidada elaboración musical.